Perfiles de famosos

Los 100$ que convirtieron a Billy Argyros en un cocodrilo

Antonio Romero | 12/10/14
Los 100$ que convirtieron a Billy Argyros en un cocodrilo
La anécdota que hay detrás del mote del australiano esconde la historia de toda una carrera de 25 años dedicado al poker .

No hay un solo fotógrafo de torneos de poker que se pueda resistir a un peinado llamativo, un complemento extravagante o a un buen sombrero. Una permanente abultada o unas gafas que escondan tus ojos tras los de un dinosaurio son un reclamo al que esta especial raza no se puede resistir.

Los amuletos, un protector de cartas original o una camiseta ocurrente también suele funcionar a la hora de hacerse un hueco en la galería, sin tener que llamarse Daniel Negreanu.

En ocasiones especiales, una personalidad arrolladora contribuye a construir todo un personaje alrededor de estos cebos para flashes, como Humberto Brenes y su tiburón o Paco Torres, su tren y su difunto bigote.

​El ejemplo más extremo que se pueda encontrar de esta transformación probablemente sea el del australiano Billy Argyros, conocido como "The Croc", el cocodrilo.

Si tu afición al poker surgió a mediados de la década de los 2000, lo más seguro es que ya sepas de quién hablamos: camisetas con caimanes convertidos en personajes de comic, una gorra que representa una cabeza reptiliana con las fauces abiertas, un cocodrilo de peluche sentado al lado del stack... Un pack completo que le hacía candidato número uno a chupar plano en los programas de televisión del Main Event de las WSOP.

La noticia de que las WSOP iban a abrir una delegación en su país natal le tuvo que sonar a música celestial a Billy. "The Croc" es parte indispensable del paisaje del Crown Casino, y los compañeros dePokerlistings, para nuestro deleite, han vuelto a sucumbir y no se ha podido resistir a entrevistarle.

Pero, ¿qué nace antes, el mote o el personaje? En el caso de Billy, todo surgió en 1989, en un viaje a Las Vegas en el que 100$ y Johnny Moss fueron cruciales a la hora del bautizo, pero sobre todo para forjar su carrera.

Billy, el jugador, se curtió en las mesas de cash de Limit Hold'em de los casinos de Melbourne. A finales de los 80 las sesiones ganadoras excedían con mucho a las perdedoras y decidió probar suerte en los torneos, que además le permitían viajar, sobre todo a la metrópoli, Londres.

En 1989 se decidió a dar un nuevo paso y viajar a Las Vegas, aunque su bankroll era escaso para sufragar todo el poker que le podía ofrecer la Shangri-La de los gamblers. Los 5.000$ que cruzaron medio planeta en su bolsillo habían quedado reducidos a 100$ cinco minutos antes de que se acabara el periodo de recompras del último torneo que se podía permitir.

​Le pregunté al crupier si podía esperar al descanso para recomprar y me dijo que sí. Entonces se puso a repartir la siguiente mano y el tío que estaba sentado a mi lado me dijo que yo estaba fuera del torneo.

​Tuvo que intervenir el director del torneo, la persona a la que debemos la existencia de la figura de "The Croc". Al final le dejó sacar sus últimos 100$ y recomprar. Sin su intervención, Billy nunca hubiera podido estirar su última bala hasta el heads-up y ganar 14.800$.

Si el director hubiera sido estricto y no me hubiera dejado recomprar, no sé qué habría pasado. Probablemente me hubiera ido a casa y hubiera trabajado en el bar de mi padre, y quizá nunca hubiera jugado al poker.

14.000$ era mucho dinero para el joven australiano, y esa noche era incapaz de dormir con la excitación. Bajó al casino y encontró un satélite de 1.000$ al Main Event en marcha.

​Decidí usar parte del dinero que había ganado y dos horas y media después estaba sentado cara a cara con Johnny Moss.

Moss, elegido por sus rivales como el mejor jugador de poker entre los presentes y, por tanto, campeón de la primera edición de las WSOP en 1970, ya había ganado en aquel entonces sus tres títulos del Main Event y sus nueve brazaletes

Argyros, que tenía una ligera ventaja en fichas, le sugiró a Moss un trato. El solo quería el dinero, así que le propuso a uno de los siete integrantes de la primera promoción del Hall of Fame cederle la entrada si le daba 5.000$ y un 10% de su acción en el Main Event.

Te voy a decir lo que voy a hacer por tí, chaval. Tú vienes de Australia y yo soy el triple campeón Johnny Moss. Te daré 4.000$ y me quedaré la entrada. Es un buen trato para ti, chaval.

Argyros rechazó la mano extendida de Moss y le dijo al crupier que repartiera cartas. El raíl no daba crédito, y alguien gritó "¿Quién es ese tipo que ha rechazado a Johnny Moss?". Otro le respondió: "¡Es Cocodrilo Dundee!, ¡es de Australia!".

Billy consiguió derrotar a Moss, y este se acercó después de la partida para preguntarle por su nombre.

Soy Billy, El Cocodrilo.

Con el dinero que ganó en Las Vegas, Billy se pudo permitir un viaje a las islas griegas, para ganar un torneo de backgammon que le reportó 9.000$. La triunfal vuelta a Australia le llevó primero a Londres, donde ganó otras 9.000 libras en un torneo de poker.

Billy Argyros llegó a casa con un nuevo bankroll y un nuevo mote, sobre los que construyó toda una carrera.

Son cosas curiosas que pasan. Nunca sabes cuándo te va a cambiar la vida. Sin todo aquello nunca hubiera jugado al backgammon en Mykonos y no habría ido a Londres. Y si no gano aquel satélite contra Johnny Moss no tendría mi mote, no me habría hecho con toda la parafernalia sobre los cocodrilos y mi vida sería completamente diferente.

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