Jay Farber: “Yo ya tenía una vida extravagante antes de las WSOP”

Cuando los últimos November Nine hicieron su entrada en el teatro Penn&Teller del Rio en Las Vegas hace dos meses, el público local tenía un favorito, Jay Farber.

Farber, que trabaja de relaciones públicas y asistente personal para clientes VIP en el Strip, era una cara familiar para varios de los jugadores que han hecho de Las Vegas su residencia, y se iban apuntando a su hinchada según iban cayendo eliminados y Jay conseguía quemar etapas hacia la final.

Desde la victoria de Jerry Yang en 2007, ningún amateur se quedó más cerca del triunfo que Farber, derrotado en el heads-up por Ryan Riess.

Sin embargo, ni el premio de 5.175.000$ ni la exposición pública han cambiado demasiado sus hábitos.

Es gracioso. Todo el mundo quiere saber cómo me ha cambiado la vida y no lo ha hecho del todo, la verdad. Ya llevaba una vida bastante extravagante antes.

Sigo haciendo lo mismo. Solo tengo algo más de libertad financiera. Mi día a día no ha cambiado mucho. Sigo saliendo por Las Vegas, atendiendo a la gente. Solo viajo un poco más.

Esas palabras de Farber, recogidas de una entrevista de PokerListings, hacen pensara que a Farber no le importaba o no le hacía demasiada falta el dinero.

Yo quería ganar antes que cualquier otra cosa, definitivamente.

Terminar segundo en el Main Event es un gran logro. Estuve hablando con Jesse Sylvia y David Williams sobre eso. Es la mejor sensación del mundo y la peor. Sabes que has conseguido algo que solo pasa una vez en la vida, pero estás tan cerca de ganar el campeonato que es lo único que quieres.

Pese a quedar segundo, un puesto que suele condenar al olvido apenas unos meses después de terminar la partida, Farber está teniendo más minutos de gloria que el propio campeón.

Conseguir esa clase de atención no es lo mejor del mundo pero viene con el paquete. Tienes que aceptar lo bueno y lo malo.

No está tan mal que la gente te reconozca y quiera hablar conmigo, pero a veces no puedo responder como normalmente haría por mi posición actual.

Ese interés que despierta su figura, quizá la haya pagado muy cara al ser objeto de un robo en su casa, suceso que levantó cierta polémica en las redes sociales y los foros hace un par de semanas.

No fue algo que me asuste, solo molesto y frustrante. Todo lo que se llevaron es reemplazable, pero había recuerdos personales y algo de dinero.

Honestamente, no me puedo preocupar menos por el tema de las redes sociales. Voy a seguir mi vida y hacer lo que crea oportuno. No me preocupa lo que la gente piense de mí.

Los robos y descuidos con el dinero de los profesionales del poker se están multiplicando en los últimos tiempos. Es como si el desapego al dinero que necesita un jugador para arriesgarse a perderlo a diario, provocara una falta de interés en la seguridad personal.

Sí y no. Estoy seguro de que algunos de nosotros nos lo tomamos muy en serio Depende. Mucha gente no se da cuenta de que es un objetivo.

Ves que le pasa a un montón de jugadores. No me preocupa que me atraquen a mí, pero sí mi casa, porque no estoy mucho en ella. Estoy tomando medidas preventivas.

Pero Jay  también es foco de curiosidad por sus amistades. Una de las personalidades más llamativas de las que se rodea e la de Dan Bilzerian, el rey de los ballers, cuyo exagerado hedonismo y autobombo hace dudar de quién de los dos se beneficia más por dejarse ver en compañía.

Dan ha sido una máquina de márketing por sí mismo desde hace mucho tiempo. Estoy seguro de que que esa exposición le ha ayudado un montón. A todo el mundo le encanta admirar u odiar a Dan. Es una cosa o la otra. Les encanta hablar de él.

El día que mejor me lo pasé con Dan fue uno en que compramos un coche por 500$. Cogimos algunas de mis armas, unas chicas, lo llevamos al desierto y condujimos hasta que le saltaron los airbags. Entonces disparamos sobre él. Y luego lo volamos. Contándolo igual suena a poco, pero fue divertidísimo.

Farber tiene intención de seguir dejándose ver en torneos de poker, aunque sigue manteniendo su condición de simple aficionado.

Desde el Main Event solo he jugado un par de de los torneos diarios en el Aria. Un poco de cash, un par de grandes partidas privadas. El poker de torneos nunca fue mi especialidad. Me he saltado el PCA y los Aussie Millions porque quería dejar listo lo de mi casa.

De aquí a las WSOP jugaré el WPT Bay 101 Shooting Stars y quizá el Borgata. También el LA Poker Classic. Me dan un cachorro dentro de un par de semanas así que va a ocupar buena parte de mi tiempo. No quiero ser mal padre.