La mesa final del EPT Dortmund por Diego Pérez
Diego acaba de subir su reseña sobre la mesa final del EPT Dortmund donde quedó en 4ª posición a Equipo Unibet, y de paso, me la envía para publicarla también en Póquer Red. Me viene genial, porque así me ahorro un artículo que tenía pendiente justamente sobre todo lo que vi en aquel mágico último día en Dortmund. ¡Gracias Diego!
Voy a hablaros de mi experiencia en la mesa final del EPT Dortmund 2008. No voy a centrarme tanto en las manos concretas sino en las sensaciones y las líneas básicas del plan a seguir en la mesa, en los aspectos psicológicos y estratégicos que tuve que tener en cuenta más que nunca. Escribiré un report detallado del torneo pero, ya que va a ser largo, he preferido adelantar mi experiencia en la mesa final. Vamos a ello.
Ya había jugado con casi todos los jugadores de la mesa final, así que tenía una ligera idea de con que tipo de jugadores iba a enfrentarme. Cinco de los 7 jugadores habían formado conmigo la mesa que no televisaron hasta que quedamos nueve jugadores.
Asiento 1: Michael "Timex" McDonald (862,000)
A priori, unos de los mejores de la mesa. Un jugador muy joven y agresivo con el que me encontré al final del día 3. Conocido jugador on-line, es capaz de jugarse todo el stack sin despeinarse si la situación le parece favorable.
Asiento 2: Yo (744,000). El mejor de todos, al menos eso dicen mi mujer y mis padres :P
Asiento 3: Thibaut Durand (148,000).
Un jugador bastante tight con el que había compartido mesa durante el día 2 y casi todo el día 3. Los jugadores franceses, que ya nos tienen un amor especial gracias a Luis y a Simón, ya le habían avisado de nuestro estilo de juego, pero no me había puesto en demasiados problemas hasta el momento. Muy corto de fichas, no debería ser un problema demasiado grave aunque tuviera posición sobre mí.
Asiento 4: Johannes Strassmann (827,000).
Coincidí con él sólo unos instantes el día 3, pero ya me había avisado de que era un jugador muy agresivo y matemático. Probablemente el mejor de todos. Un grave problema tenerlo detrás de mí si se confirman las sospechas sobre el tipo de jugador que decían que era.
Asiento 5: Christian Harder (339,000).
Por lo que he visto de él, bastante tight a lo largo del día 3. Me comentan que es bueno y que es su segunda mesa final consecutiva pero, por lo que le he visto jugar, tampoco me asusta demasiado en principio.
Asiento 6: Andreas Gülünay (560,000).
El único jugador con el que no me he cruzado en todo el torneo, no sé nada de él, así que sorpresa...
Asiento 7: Torsten Haase (369,000).
Otro jugador conocido para mí. A mi parecer el jugador más flojo de todos, aunque debe estar bastante cansado de que le robe los botes en la mesa anterior. Esperemos que no me tenga muchas ganas...
Asiento 8: Claudio Rinaldi (276,000).
El último de los jugadores de mi mesa antes de la final. Parece ser que es un jugador conocido de internet. Aniol me avisó cuando me sentaron en su mesa de que era bastante tight. Por lo que ví de él, así me lo pareció. Veríamos si seguía así...
La idea inicial al empezar la final era de observar un poco como se iba desarrollando la acción, quién estaba dispuesto a dar leña y quién a esperar acontecimientos.
Nada más empezar McDonald abrió desde ultimas posiciones. ¿Tenia mano o quería empezar a dar guerra? Si le cogía el gusto a raisear en ultimas posiciones no iba a dejarme robar demasiado, así que decidí marcar mi territorio haciendo reraise con A6o. Así lo hice y él respondió subiendo una vez más la apuesta. Me planteé resubirle all-in, ya que él sólo hubiera aceptado con una mano muy fuerte debido a la fuerza extrema que hubiera mostrado yo. Es probable que estuviera marcando el territorio él también, pero no quise jugarme todo el torneo en esa situación nada más empezar sin saber si podría sacar más ventaja en la mesa. Tal vez hubiera sido buena opción pero nunca lo sabremos...
Unas manos después abrí con un raise y Strassman me hizo reraise... Estaba rodeado por dos jugadores problemáticos que habían empezado a dar guerra desde el primer minuto. Mal asunto... Recuerdo acercarme a Raúl y decirme que parara un poco. Más tarde mi mujer me contaría que estaba tirándose de los pelos pensando que iba a jugar "a saco" todas las manos... La verdad es que les hice pasar nervios ...
Visto lo visto, decidí parar el carro y ver hasta que punto se daban guantazos. En poco tiempo se confirmó el estilo de juego de Strassman, cosa problemática ya que tenía posición sobre mí, además de un gran stack.
Christian Harder fue eliminado rápidamente por un AA de McDonald y quedamos 7 en la mesa. Un peldaño menos que subir...
En poco tiempo me dí cuenta de que el mayor problema era Strassman. No le gustaba que le robaran y parecía querer adueñarse de la mesa. En un momento dado, despues de hacer call a un all-in nos miró a todos y nos avisó de que iba a verlo todo, que no íbamos a intimidarle... McDonald había perdido gran parte de su stack en una jugada desafortunada contra Gülünay, así que estaba más calmado.
Otro jugador que me sorprendió fue Rinaldi. Movió all-in repetidas veces ante los raises de los demás jugadores y consiguió doblar sus fichas de este modo. No me enfrente a él ni una sola vez pero llegado el momento parecía que tampoco tendría ningún miedo a mover fuerte. Me entraron pocas manos para jugar, así que tuve que hacer raise con algunas manos marginales para no dejar que mi stack se desangrase peligrosamente. Afortunadamente, parecía que ninguno de los jugadores o bien no quería jugar conmigo, o no tenían cartas para jugar cuando yo metía fichas al centro de la mesa, con la excepción de Strassman, que siempre me estaba poniendo en apuros.
Después de un rato jugando, llegué a una conclusión: si Strassman seguía detrás de mí, no existía posibilidad de ganar el torneo. Ese era mi objetivo así que tuve que marcar el territorio nuevamente.
Volvió a hacerme reraise y opte por mover all-in con ATo. Tenía que dejarle claro que enfrentarse a mí era jugarse todas sus fichas en cualquier momento. Esperaba que se diese cuenta de que no iba a ser fácil atracarme. Tal vez después de eso se relajara un poco conmigo... Me advirtió de que la próxima vez me vería el all-in, cosa que creí ya que parecía querer dejar claro que no iban a amedrentarle. Poco tiempo después volvió a hacerme un reraise que me echó de la mano y al tercero tuve que pararle los pies o al menos intentarlo. Moví all-in con JTo cuando me hizo reraise. Me quité las gafas de sol, no para chulearle sino porque para mí fue como una forma de decir "ya está hecho". Necesitaba que viera mi all-in con alguna mano más o menos mediocre como un Ax o una pareja pequeña, cosa que era perfectamente capaz de hacer. Le pregunté si esta vez iba a aceptar mi all-in y él me preguntó por qué me había quitado las gafas. Le parecía extraño y le dije que qué pensaba él, si era un tell o algo, pero parece que, como me confesaría más tarde durante la cena, me vió demasiado seguro de mi mismo y, según me dijo, foldeó A9o. Tampoco me hubiera parecido mal que me hiciese call porque, como ya he dicho, lo necesitaba fuera de la mesa... El hecho de que me hubiese amenazado con hacerme call creo que fue otro de los motivos por los que pensó que iba más fuerte de lo que realmente iba. Finalmente decidió tirarse y abandonar un buen montón de fichas.
Poco tiempo después, eliminaron a Thibaut Durand y quedamos 6. Otro escalón menos que subir. En esos momentos yo ya no era uno de los grandes stacks de la mesa pero aún tenia mis opciones intactas, siempre con el permiso de Strassman...
Poco tiempo después ocurre algo inesperado. McDonald hace raise a lo que Strassman responde con all-in. Desafortunadamente para él, McDonald lleva KK y ve su all-in. El 87s de Strassman no consigue ligar nada y quedamos 5.
Acaba de ocurrir algo que no tiene precio. Mi mayor problema acaba de desaparecer. McDonald está muy cargado de fichas pero al menos tengo posición sobre él. Los otros jugadores son apreciablemente más flojos que él, al menos a mi parecer. así que la cosa empieza a pintar mejor.
El plan ahora es intentar abusar de los jugadores que están detrás mío, especialmente en zona de robo, donde puedo dejarles sin posición. En principio esto debería hacer que me dejasen robar más agusto o que, en caso de jugar, lo hagan sin posición, con el riesgo que eso conlleva...
Aún estoy maquinando mi plan cuando pierdo un gran bote contra unas dobles de Q9 de McDonald. Mi estack se queda maltrecho. Soy el penúltimo en fichas por delante de Rinaldi, con el que sigo sin enfrentarme. En breves momentos Rinaldi se va fuera y nos quedamos 4 en la mesa. Aquí acabará mi historia. El bote contra McDonald de ha dejado con casi la mitad de la media. Tengo necesidad de aumentar mi stack rápidamente o tendré serios problemas.
McDonald raisea en el button y miro mi mano... JTo parece una buena mano para hacer push así que, ¡allá vamos! McDonald hace call con su 22 y no consigo mejorar. Si hubiera ganado ese bote me hubiera situado en una posición muy favorable para poder pensar en llegar al primer puesto. Doblarme, y quedar con McDonald sin posición sobre mí y con la mitad de fichas que yo. Esto hubiera sido algo demasiado bueno pero no ocurrió. Estoy fuera, eso sí contento de haber llegado hasta el 4º puesto y satisfecho por el torneo que he jugado.
A grandes rasgos esta fue mi actuación en la mesa final. Tengo que destacar que, hasta la mesa final, había estado jugando Hold`em. En la mesa final empezó otro juego...
Fue una cosa que me sorprendió muchísimo. No sé si sería por el tipo de jugadores de la mesa o si, en general, es así en la mayoría de mesas finales, pero la partida se convirtió en, por decirlo
claro y que nos entendamos, en un "duelo de pelotas". La verdad es que me sentí sometido a bastante presión, sobre todo por Strassman, un tipo que imponía e intimidaba bastante y sin miedo alguno a presionarte. No había estado nunca ante esta situación pero afortunadamente creo que respondí bien y supe manejar la situación. No se si puedo expresar bien como era la situación pero lo más próximo que puedo decir es que como era una lucha de voluntades.
A parte de este punto en concreto, que fue muy satisfactorio para mí, ya que de algún modo me puso a prueba, no me sentí demasiado nervioso por el hecho de estar en una mesa final. Sentía el apoyo de todos mis compañeros, de mis amigos, mi mujer, mis familiares y de muchos de los que estaréis leyendo esto... Sabía que ocurriese lo que ocurriese, estarían satisfechos con el resultado, así que puede concentrarme en mi juego y hacerlo lo mejor que puede dadas las circunstancias. Lo que no quería era cometer un error como en el PCA Bahamas que pudiera dejarme fuera antes de tiempo. Para esto me ayudaron mucho los consejos de Raúl, al cual acudí constantemente para saber cual era su opinión sobre el desarrollo de la final.
En definitiva, una experiencia increíble y tremendamente instructiva para mí. A nadie se le hubiera ocurrido pensar que, cuando tenía 950 fichas en el nivel 3 del día 1 con ciegas 150/300 y una media de unas 15.000 fichas, un all-in desde primera posición contra dos jugadores con T4o (sin mirar las cartas) iba a terminar haciendo historia... Bahamas me ayudó, pero en Dortmund aprendí muchísimo sobre lo que es jugar la fase final y bajo presión. Estoy seguro de que esto nos ayudará en el futuro cuando alguno de nosotros vuelva a llegar lejos en un torneo. Desde luego, una cosa ha quedado clara: podemos llegar lejos, así que eso vamos a hacer. Pronto
volveremos a ver a jugadores del equipo haciendo algo importante.
Gracias a todos por los ánimos y felicitaciones y ya sabéis... ¡Aporreando que es gerundio!
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