EPT Barcelona 2006... ¡casi no llegamos!

Bueno, tras un largo periplo, al fin estamos en el EPT Barcelona Raúl y yo. Y digo al fin, porque la odisea para llegar ha sido tocha, para una vez que teníamos un viaje bien planeado.

Veamos. En teoría salíamos en tren desde Valencia a Barcelona a las 11 de la mañana, para llegar a las 14h a la estación de Sants en Barcelona, ir al hotel cercano a la misma, ducharnos, comer tranquilamente, y salir para el Casino de Barcelona, donde Raúl tenía que hacer acto de presencia para confirmar su reserva para el torneo.

En teoría claro, porque resulta que anoche en Catalunya llovió... y llovió mucho. Por lo que me han contado rollo diluvio universal, con arca de Noé y todo (¿os he contado que una vez hice de Job en una obra del colegio?). Pero vayamos a lo importante. La lluvia fue tal, que afectó a las vías del tren, suspendiendo todos los trayectos entre Valencia y Barcelona. Bieeeeen.

Así que a la hora prevista, en lugar de estar en el cómodo Euromed, nos encontramos en un triste autobús de línea, de los que pensaba que no iba a pisar jamás tras mis largos viajes de adolescencia. Por supuesto, Renfe no iba a perder un duro, y el autobús iba cargado al máximo. El amigo conductor también era un colega, o antiguo transportador de cerdos, porque su concepto del aire acondicionado era: "poquito... que suden esos cabrones", y vaya si lo hicimos.

El resultado de tan delicioso viaje, es que en lugar de a las 14:00 que tendríamos que haber llegado, nos plantamos en la puerta del hotel a las 16:10, con el tiempo justo para ducharnos y salir pitando hacía el EPT, peeeeero (siempre hay un pero) tuvimos un error de logística y, lo que era un hotel, acabó siendo un apartamento para 6 personas en el centro de Barcelona. Por supuesto, sin recepción, y sin nadie que nos pudiera dar las llaves en menos de 30 minutos. Raúl no había dejado de sudar...

Afortunadamente, entre llamada y llamada reclamando nuestras llaves, Juanzo que estaba ya en el EPT de la mano de Revista Póquer, pudo conseguir que Raúl comenzara a jugar al día siguiente. La camiseta de Raúl se alegró muchísimo :P.

Con la participación de Raúl asegurada ya no teníamos ninguna prisa, así que nos relajamos tranquilamente, bajamos a comprar cuchipandas para llenar la nevera, y estuvimos un rato perreando en el hotel intentando dar con la red Wifi del edificio (¡conseguido!). Poco antes de las 7 salíamos en taxi hacia el puerto olímpico de Barcelona... el EPT nos esperaba.

A las 19:15 más o menos llegábamos a las puertas del casino, bastante lúgubres si se me permite decir, y es que más bien parecía la entrada a algún after de esos que más vale no pisar nunca si aprecias tu vida. Entramos sin problemas mostrando nuestra documentación, y buscamos la entrada al EPT entre cientos de máquinas tragaperras atestadas de ludopatas de dudosa calaña (cualquiera que juegue a las tragaperras es de muy dudosa calaña). La encontramos y nos sumergimos en la planta baja del casino, lugar de celebración del European Poker Tour Barcelona 2006.

El ambiente respecto a la planta superior era bastante distinto. Había caché. Mucha gente relativamente bien vestida, mucha gente con acreditaciones al cuello (aún no tengo la mía... grrrrr), y en definitiva, mucha gente con mucha pasta. Cuando digo mucha pasta, hablo de muuuucha pasta. Creo que en mi vida he visto semejantes fajos de billetes de 100, 200 y 500 euros juntos. La peña tiene el dinero por castigo, y en el EPT están todos muy castigados. De verdad que me he quedado impresionado.

Tras dar unas cuantas vueltas, hemos dado con ¡¡¡tres foreros de Póquer Red!!! Quinti, Alekhine y Javi

Martinez (creo recordar, perdonad si me cuelo chicos) estaban allí, y de hecho dos de ellos con acreditación de prensa y dentro de la zona de juego!!! El mundo es muy injusto :P.

Tras charlar un rato nos fuimos a ver si Raúl pagaba su entrada al torneo, y ya en la cola comenzamos a ver caras conocidas como la de Jorge Plá, Juanzo y Juan Pastor entre otros. Más charlas, diversión, mucho cotilleo del casino por mi parte... festival vamos. Acababamos en el bar del casino, tomando una copa a la salud de Rocío, una chica muy maja que me presenta Juanzo, y que está trabajando con ganas para meter a Everest Poker en España.

Cuando se nos hacen las 21:30 Raúl y yo concedemos, despidiéndonos de todo el mundo y saliendo hacía nuestro apartamento desde el que os escribo estas líneas. Andamos bastante cansados, así que tampoco creo que duremos mucho tiempo en pie. Mañana prometo coger el portatil y retransmitir en vivo lo que vaya haciendo Raúl, y de paso ir subiendo fotitos de gente turbia que me encuentre por el torneo (prometo no subir la foto de ni un pro... a no ser que sea muy turbio).

Y bueno, me ha quedado un buen ladrillo, así que no os cuento más. Mañana más amiguetes ;).