WSOP Main Event 2014

El granadino Pablo Rojas vuelve a los 30.000 puntos que le dieron hace casi 20 horas de juego gracias a una parejita de treses que aguantó ante las cartas altas de su rival, un joven nórdico que está osando asaltar el trono de Ivey en lo más alto de la clasificación.

Por su parte Pablo Fernández hace lo propio tras su triple up y un robo muy provechoso. Esperemos que este renacer no sea un espejismo para ambos Pablos. La estructura de este Main Event hace que todavía, el stack incial, que lucen ahora mismo los nuestros, equivalga a unas

El riojano ha conseguido salvar su primer match ball de todo el torneo. Recordemos que en su día 2 copó la parte alta de la clasificación para caer estrepitosamente en los últimos niveles. El guión de hoy ha sido distinto. Nunca ha sido capaz de despegar, esperemos que este empujón sirva para darle confianza y renacer de sus cenizas cual ave fénix.

En la mano en la que se triplicaba, su rival le hizo un gran favor, ya que su allin había sido pagado por otro jugador que tuvo que retirarse ante el envite de un tercero. Se quedaba heads

Hacía rato que no podíamos aportar nada de información en lo que se refiere a Pablo Fernández y Josep Mª Galindo, ya que cuando rompieron sus respectivas mesas, les perdimos la pista sin saber a dónde fueron a parar.

De esto hacía ya bastante rato. El desánimo en el que habíamos caído tras el carrusel de eliminaciones en el que se convirtió este nivel, nos hizo pensar que tal vez podrían haber caído eliminados, sin embargo, escarbando entre las piedras finalmente dimos con ellos.

El catalán se encuentra con 54.000 puntos, intentando buscar una mano que le permita escalar algunas

Cuando rompieron su mesa y fue a parar justo a la derecha de Phil Ivey, pensamos que era un buen momento para tener una foto para el recuerdo, sin embargo, ni tiempo para hacerla hemos tenido.

Lo cierto es que no podemos dar demasiada información de cómo ocurrieron los hechos. Adrián Naya llegaba con cerca de 65.000 puntos a la mesa que domina Ivey con mano de hierro. Cuando seguimos nuestra ronda informativa y volvimos a ese lugar, el asiento del gallego estaba ya ocupado por otro jugador.

Lo único que fuimos capaces de arrancar de la voz de Ivey