No pudo ser. Mucho remó Rubén Pérez y mucho aguantó pudiendo ver frente a sus ojos cómo algunos jugadores con stacks más saludables que el suyo caían eliminados en los primeros compases del día 3, pero llegó un punto en el que su stack ya no dio más de si. Aun tuvo suerte que cuando fue "all-in" desde ciega pequeña y le pagó la grande, se enfrentó a una situación de 50%, la cual esta vez no cayó de su lado:
En las cartas comunes cayó Qh9dJcQd8c, y hasta ahí llegó el torneo del jugador español