Road To PSPC - Valencia

Poco más de diez ciegas le quedaban al stack de Salvador Soria cuando terminó all in contra Raúl López Donate. Soria iba muy por delante, pero tuvo que sufrir hasta el final para ganar esta mano: 

Soria:  Jd Jc

López:  Td Th

Un  Tc apareció en la ventana, pero esto vino acompañado de un  4h y una  Js, lo que hizo saltar a Soria de alegría. Aún así, todavía había que esquivar un out, que por lo que nos han comentado estos días es como si le sirviese media baraja. 

No hubo sorpresa esta vez y Soria pasaba a tener 400.000 putnos

Como suele ocurrir en estos casos, una vez que los jugadores se han colado en el dinero el ritmo se ha acelerado considerablemente. Tanto es así, que hasta nueve nombres se han visto obligados a dejar su asiento libre, entre ellos el PokerStars Ambassador Steve Enríquez. 

Steve tenía un stack cercano al medio millón de puntos, unas 48 ciegas del nivel, cuando perdió el primer bote importante. El de Torrelavega abría en el botón contra la ciega grande de un jugador que tenía unas 18 ciegas y que se limitaba a pagar. 

El board traía  5s 3c 2d y tras la continuación de Steve

Poco ha durado la burbuja de este Road to PSPC, para ser exactos solo un par de manos. Un jugador cayó fuera de la mesa televisada y poco después Pana se jugaba los cuartos bajo los focos del streaming en directo. 

Con un stack muy corto, Pana se movía all in por un puñado de ciegas y encontraba el call de un mal cliente, Ramón Colillas Fuente. 

Colillas:  7s 6s

Pana:  Ah Ks

El board trajo  6h 4h 4c 6d 2c y Pana se vio obligado a dejar su asiento libre como el último jugador que se va a casa sin premio que echarse a la boca. 

Antes de que los jugadores volviesen a las mesas tras el receso de la cena, Rubén Cabrerizo se convertía en el ganador del Freeroll que PokerStars organizó para amenizar el descanso más largo del día 2. 

Cabrerizo, que fue el líder de los días 1 en el Main Event, aprovechó el ambiente festivo para meter la patita en la primera plaza y así llevarse el iPhone XI que había sido reservado para el campeón. 

El segundo y tercer clasificado tenían también un premio reservado, concretamente unos auriculares Bosé y un maletín de fichas, recompensas que fueron a parar a José Luis