El torneo de David Lebrón, el jugador más "rentable" del circuito estaba siendo impecable, siempre hacia arriba y contento. Pero cuando vió sentarse a Roberto Romanello sabía que saltarían chispas entre ambos. La magia no tardó demasiado en hacer su aparición.
El galés abría la mano a 350, y David le ponía la tercera a 850 puntos. Ni corto ni perezoso, el galés le ponía la cuarta a 1.750. Lebrón decidía pagar con Ah Kc (de mierda), como suele decir el sevillano. El flop no parecía malo, 5h 5s Kd y Romanello pasaba para resubir la apuesta de David, de 1.100 a 2.400