CEP Marbella 2018

Era un bote a 3 bandas. La mano la abría la de Pamplona con  JhJs y le pagaban Dídac García, algo acelerado por un bote grande que se el acababa de escapar, en CO e Iñaki Barreiro en la ciega grande.

En un flop  8s5s6h pasan Iñaki e Isabel y Dídac se movía allin por 86.700 puntos. Barreiro le cubría y estuvo pensando largo y tendido. Isabel ya tenía clara su decisión, no se iba a tirar aunque pagase el de Donosti.

Iñaki se acabaría yendo de la mano "con todo el dolor de mi corazón" y Zapatería pagaría al tiro para ver el  Qs9s de un García que neceistaba mejorar. Ni el turn  Kh ni el river  8h le daban alguna carta válida e Isabel recogía un bote que bien puede valer el

Y es que el de Donosti no ha levantado cabeza en ningún momento. Los 336.000 puntos con los que partía hoy, han sido difuminados entre varios rivales y Charly ya enfila el camino de salida.

Sus últimos puntos se iban al stack de su rival que le había ligado full en  Kd7c9s9d2s con sus patitos. Pablos llevaba  Ad9h para un trío que resultaba insuficiente. El líder del día sufre la maldición de los stacks grandes y no ha sido capaz ni de entrar en premios. ¡Qué descuadre!

Aunque con matices, cuando alcanzamos las últimas 5 mesas de competición, la mesa que tiene un impacto directo sobre la clasificación general es la número 4.

En ella está, obviamente, Isabel Zapatería, que sigue en lucha con sus perennes 25 ciegas. Pero no queremos centrarnos en ella ahora. 

Porque dos posibles "outsiders" pugnan por entrar en el Top5 y quién sabe hasta donde. Son Dídac García (18º) y David Sierra, 17º en la general y último campeón del circuito. 

La empresa no es fácil. Ambos necesitan entrar entre los últimos del torneo para colarse en las posiciones de privilegio. Porque los 3 de arriba

Se nos ha pasado volando este duodécimo nivel de torneo y 44 jugadores contemplan el nuevo nivel. El 13.

Aunque para mal fario el que ha sufrido Iñaki López de Maturana antes del cambio de nivel. Abría la mano en primera posición con  9h9c y Sadornil le defendía la ciega grande. Ambos veían un flop  Jh7c3s. 

Tras la preceptiva apuesta de continuación, y el call del burgalés llegaba el malévolo turn. Sólo había dos cartas en toda la baraja que hicieran que saltaran chispas entre ellos, los dos nueves restantes. Pero como ya sabemos, este juego es caprichoso y la cuarta comunitaria era un  9d -porque los nueves siempre truchean- que daban trío a Iñaki.

Una guerra de apuestas acababa con todo el plástico en el centro. "Calamardo se las prometía felices con su trío