Póquer Red como termómetro del estado de salud de la comunidad de póquer de habla hispana por TheBigTrujillano
“Cuidado de la democracia. como norma política parece cosa buena, pero de la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad.” José Ortega y Gasset.
“En la sociedad no todo se sabe, pero todo se dice.” Jacques Anatole France.
Contaban los cronistas de la época que el bueno de Noé, cuando tomó la admirable decisión de construir el arca para salvar a una pareja de cada especie animal del definitivo diluvio universal anunciado por la Divinidad no consideró, por muy encomiable que fuese su intención, el tremendo embolado en el que se metía para organizar la convivencia de tamaña caterva en ese espacio confinado, a lo que se añadía la irracionalidad que se les supone a los miembros de esa comunidad y la presencia de un 50% de género femenino, que si bien maravilloso género, puede bastarse (y sobrarse) para elevar el grado de tensión del ambiente en menos que canta un gallo (con su gallina, por supuesto) *
(*) Un afectuoso saludo a todas las mujeres que lean este despropósito, espero sepan disculpar esta broma de este rendido admirador…
Más próximo en el tiempo, el orondo director de cine Alex de la Iglesia nos mostró, en negrísima película, hasta qué punto pueden salir a la luz las miserias humanas con tan solo rebuscar en una pequeña comunidad de vecinos que daban rienda suelta a sus instintos más primarios sin atender demasiado los preceptos de la Ley de Propiedad Horizontal.
Teniendo a bien seguro presentes tales antecedentes de lo que significa la gestión y buen orden de cualquier comunidad, Simón Muñoz, jugador de póquer, empresario de pasado “magiquero” y valenciano de pro, decidió un buen día salvar cualquier reparo y embarcarse en un ambicioso proyecto temático, creando una página web que recogiera la actualidad sobre el póquer y sus jugadores, reservando un espacio de encuentro para todos aquellos que compartiesen con él esta afición y quisieran intercambiar pareceres, consejos, novedades y amenas conversaciones para el enriquecimiento general.
La historia de las comunidades de póquer en lengua hispana, en lo que a mí me alcanza la vista, se escribe fundamentalmente con dos hitos.
El primero de ellos, que podríamos catalogar como pionero en estas lides, fue el foro surgido a raíz de las crónicas en primera persona de la evolución de un jugador “on line”, apodado Alex Caputo, que supo captar la atención de mucha gente que descubría los encantos de este juego a través de sus atractivas vivencias.
Así se fue conformando un nutrido grupo de jugadores, que se iniciaban en las técnicas de las distintas modalidades y que actualmente son verdaderos estandartes del Hold’Em y que pusieron los cimientos sobre los que otros muchos nos hemos iniciado.
Ese foro tuvo momentos álgidos, recogió debates intensísimos y allí dentro se fraguaron iniciativas puramente nacidas de la fuerza de un grupo (se consiguió, por ejemplo, tras cuestación forera al efecto llevar a una persona, a gastos pagados, a experimentar la grandeza de participar en el “Main Event” de las WSOP en Las Vegas).
Pero como todo grupo mínimamente numeroso (remítome de nuevo a Noé y a de la Iglesia), las disensiones surgieron con excesiva frecuencia, algunos egos se soliviantaron, los foreros de mayor prestigio se vieron envueltos en exceso en polémicas baldías y el propio Alex (un padre espiritual para éste que les habla) cada vez más inmerso en su carrera “poqueril” ha ido dejando que ese otrora multitudinario escenario fuese corriendo el telón.
No me cabe duda de que Simón reconocerá, sin sonrojo, que ese foro de Alex Caputo ha marcado el segundo de los hitos mencionados, su proyecto Póquer Red, surgido a la vera de Póquer.com.es y que ahora mismo, por número de integrantes y contenidos es, de lejos, la página más prestigiosa del póquer de habla hispana, habiéndose situado incluso en el Top 10 del ranking mundial.
Estimo, además, que ha sido su influencia la que ha motivado la aparición de otras páginas que poco a poco van haciéndose un hueco en nuestro panorama, trabajando con entusiasmo, siempre en pro de ubicar nuestro juego en el lugar mediático que debiera corresponderle.
Toda fórmula triunfadora tiene un secreto para el éxito y sino que le pregunten a John Pemberton cuando comercializó ese tónico oscuro, con propiedades medicinales, que conocemos como Coca-Cola. Desconozco si Simón era poseedor de una fórmula secreta para lograr en tan pocos años que tantas personas degusten su producto, pero voy a intentar desentrañar qué ingredientes considero que hacen tan apetecible este lugar de reunión.
He de romper una lanza, en primer lugar, a favor del cuerpo de moderadores (no confundir con el cuerpo de los moderadores, del que probablemente todos agradezcamos no conocer detalles) tanto los que tienen su ámbito de actuación general como los destinados a cuidar de alguno de los subforos, cuyo trabajo en la sombra, como una suerte de “Gran Hermano” que todo lo ve, es de un valor a veces poco reconocido.
Realmente ellos son los que lidian con todos los “morlacos” que nos expresamos en esta nuestra comunidad, manteniendo el orden exigible en este pequeña democracia, resolviendo dudas sin descanso, participando activamente en su calidad de especialistas y velando por el cumplimiento de las reglas de actuación en este punto masivo de encuentro.
Difícil posición la suya (más bien diría que juegan OOP la mayor parte de las veces) ya que nunca llueve a gusto de todos, pero la sensación que queda es que esa delegación de poderes que realiza el administrador es francamente beneficiosa para que el intercambio de información se mantenga limpio de injerencias no deseables.
Aprovecho este último comentario para ligarlo con un aspecto que sí puede llegar a causar daño en la línea de flotación de esta comunidad: me refiero a la peligrosa tendencia (reconociendo que es humana) a la pérdida de papeles de los participantes y la traslación a los hilos temáticos de ciertos defectos que, en otras ocasiones, he comentado, como la soberbia mal encauzada, el riesgo a la “muerte por éxito”, las rivalidades personales, etc.
Estimo que todo lo mencionado surge, de manera cíclica, por un error claro de interpretación de lo que debe ser la mecánica de un foro: todo el mundo tiene algo que expresar, a veces será una duda legítima de un principiante y otras un docto tratado sobre la forma de rentabilizar el juego en las mesas “shorthanded”. Y todos esos contenidos crean, finalmente, un enorme archivo con información útil al que acudir para mejorar en nuestro juego.
Si lo transformamos en una especie de “feria de las vanidades”, donde decidimos desahogar nuestros malestares personales, expresar nuestras frustraciones o presumir de nuestros logros y progresos, lo que debiera de ser fuente de estudio pasa a ser foro de mercaderes en busca de la venta de su producto y del desmerecimiento del de los demás.
Hecho este inciso, a lo que sólo añado que, paradójicamente, lo que antes he criticado, en dosis controladas, también ayuda a la repercusión de esta página, Póquer Red tiene otro factor destacable en cuanto sitio que aglutina las voces de los mayores exponentes de nuestro póquer.
Por aquí han pasado (y pasan) no solo los “banks” más altos de nuestros circuitos, sino sobre todo los mejores teóricos del póquer, que han ido enriqueciendo de contenidos la página, creando métodos específicos, desentrañando sistemas o analizando hasta la extenuación cada modalidad, creando, sin quererlo, una verdadera escuela virtual y motivando el crecimiento de otros muchos jugadores.
Escudriñando en Póquer Red (por favor, no olviden la opción de “búsqueda”…) encontramos la forma de movernos eficazmente en la burbuja de un torneo, de ser ganadores regulares en NL50 o de manejar productivamente la última versión del “Poker Tracker”. Y de boca de los “tótem” de nuestro juego, posibilidad poco viable en otras modalidades deportivas.
Ni que decir tiene que tenemos que mimarles, escucharles con atención y no cometer el error, frecuente, de rebatir sus planteamientos por el mero afán de la polémica.
Ingresar en Póquer Red, aunque sea como lector, significa también disfrutar de un ambiente de camaradería impagable, más si consideramos que la mayoría no nos conocemos personalmente.
Es agradable observar las interacciones que se crean, las iniciativas que se afrontan (y se consolidan) y la disposición que existe por ayudar al que lo precisa. Manteniendo unas mínimas reglas de conducta y respeto, todo el que se registra es bienvenido y pronto se hará un hueco en esta gran familia.
No puedo dejar pasar por alto, aunque sea someramente, porque es principio universal que nunca debe ponderarse a un jefe en exceso, la importancia de Simón en su labor de administrador y organizador de la dinámica de funcionamiento del foro.
Cuando alguien cree en un proyecto y lo disfruta, como así parece que le sucede a nuestro “web master”, eso se traduce en innovaciones constantes, en búsqueda incansable de nuevas soluciones contra el abatimiento y en saber entender que esos miles de integrantes de su página pueden, por si mismos, darle una viveza y una calidad que no debe ser “capada”.
Ha entendido Simón, en mi opinión, todo el partido que se le puede sacar a un foro respetando a sus habitantes y dejándoles que ellos le ayuden a exprimir las posibilidades que ofrece un proyecto de esta índole.
He querido concluir este artículo pidiendo que fuera él el que hiciese balance de estos años de trabajo, con un par de preguntas a modo de epílogo.
¿ Volverías a embarcarte, a julio de 2008, en un proyecto como Póquer Red?
Seguro que sí. Soy un emprendedor, me gusta y disfruto como un enano creando proyectos desde la nada así que no os extrañéis si en unos meses estáis viendo más hijos de Póquer Red :P.
¿Qué te motiva para seguir trabajando en su consolidación y mejora? ¿Y qué aspectos te pudieran haber llevado a pensar en “tirar la toalla”?
Empezando por lo segundo, aunque nunca llegando a pensar en tirar la toalla, los líos por parte de usuarios antiguos en el foro. No me gusta tener que banear a nadie, pero a veces, no queda otra para mantener el buen ambiente. Ojalá todos dejaran sus problemas a la entrada y no utilizasen el foro para desahogarse.
Mi motivación es ver que cada día la comunidad es más grande, más fuerte, y más adulta.
Por mi parte, sólo le pido una última cosa: aún sabiendo que no es fácil sostener algo que crece sin freno y que pasará por momentos de decepción y hasta de arrepentimiento, puede tener bien seguro que mientras él quiera, nosotros querremos
¡Nos vemos en los hilos!
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