Dario Minieri: el "Cannavaro" del póquer en Italia

Hacía mucho tiempo que no escribía; me he quedado sin internet en Italia y dos horas después de aterrizar en Barcelona, me gustaría publicar un articulillo que he ido preparando estos últimos días. Va especialmente dedicado a Pakito, a Sir Donald y a muchos de los habituales de Poquer Red que posiblemente coincidirán en las mesas con el personaje del que quiero hablar: Dario Minieri

En Italia, son muchos los jugadores que empiezan a tener un reconocimiento a nivel internacional. Ya iba siendo hora de que alguien tomara ya el relevo del “mediático” Luca Pagano y sus seis mesas finales de EPT. Después de que Max Pescatori se llevara un brazalete en las WSOP de este verano, todo parecía indicar que el simpático “pirata” sería el nuevo abanderado del “equipo azzurro”.

Pero la noticia llegó en septiembre, cuando Poker Stars hace público que uno de sus jugadores “supernovas” ha pedido canjear sus 3 millones de FFP por el “producto” estrella de su FFP Store: un flamante Porsche Caiman. En Poquer Red ya se hizo mención a este logro, pero después de leer un amplísimo reportaje en Cardplayer Italia, creo que es interesante hablar un poco más sobre este curioso personaje: Dario Minieri.

A los 15 años, Darío comienza a hacerse un nombre en el mundo del Magic. Acude a numerosos torneos internacionales y consigue rápidamente convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo, con unas ganancias netas de 15.000 euros.

Cumplidos 18 juega por primera vez al póquer (modalidad italiana) con amigos suyos también jugadores de Magic. Esa misma noche pierde unos 300 euros, pero se da cuenta de la fuerza de ese nuevo juego y comienza a jugar Texas en vivo (con amigos y en un club de Roma). Una noticia le hace tomarse esa nueva afición mucho más en serio: un jugador de Magic llamado David Williams (con el que había jugado muchas veces) había conseguido la segunda plaza en las WSOP de 2004 (las de Greg Raymer). Desde ese momento, el póquer se convierte en la única ocupación de Darío.

Bajo la tutela de un amigo americano, empieza a jugar en Poker Stars. Nunca llega a encontrar una disciplina de juego y su afición a los heads up y sit&go le llevan a perder bastante dinero, teniendo que “recargar” numerosas veces su cuenta on-line. Él mismo reconoce sus errores “me gustaban mucho los límites altos y hacía todo loo posible por subir rápido de nivel sin atender a mi banckroll”. Poco a poco empieza a convertirse en un jugador decente, su especialidad son los heads up, los sit&go y los torneos freezeout; nunca juega cash ni torneos con rebuys, y siempre No Limit.

Su primera victoria de prestigio llega al conseguir la clasificación para la “Caribbean Adventure de Poker Stars en las Bahamas”. Los satélites consistían en torneos sit&go de los cuales se debían ganar dos seguidos. El bueno de Darío, no se conformó con dos y consiguió llevarse cuatro.

El torneo en las Bahamas no va bien. Nunca puede imponer su juego agresivo y no tarda en ser eliminado. Pero en ese paradisíaco escenario consigue dar la campanada en las mesas de cash (20/50 NL) llegando a ganar unos 37.000 euros compartiendo mesa con ilustres jugadores como Joe Hachem. ¿Qué hace con ese dinero? En el hotel se pone a jugar las por entonces nuevas mesas de headsup de 5000$ de Poker Stars y en poco tiempo pierde todo su dinero.

En 2006, Poker Stars crea el status VIP y su sistema de FFP. Dario en apenas un mes, se convierte en el primer Supernova italiano jugando en 10 mesas día y noche.

Después de su experiencia en el Caribe, decide probar fortuna en el circuito internacional de póquer en vivo. Se inscribe en el EPT de Dauville y su resultao es decepcionante. Cree que el ambiente y las incomodidades del Casino francés son los culpables de su fracaso y desde entonces decide jugar siempre con gafas de sol y su IPOD para evitar desconcentrarse.

Un mes después decide visitar Montecarlo. Llega el último día de los Supersatélites para el main event y decide apuntarse a uno. La entrada era de 1000 euros y representaba la única posibilidad para él de entrar al evento principal. Consigue llegar al heads up y su rival (que le triplicaba en fichas) le pide pactar. Darío le dice que no y poco después remonta y se lleva el torneo.

En el evento principal del EPT de Montecarlo llega su primer éxito. Acaba en el puesto 22, dominando gran parte del torneo y saliendo con un all-in ante KK de Marcel Luske. No sale el As y el A8 de Minieri no le sirve de nada.

Siendo Supernova, consigue ganar un satélite directo para las WSOP ante 700 jugadores, lo que le lleva este mismo verano a Las Vegas ahorrandose un bhuy in de 10.000$.

Dario llega a Las Vegas con 5000$. Juega cash en el Rio y pasa a 16.000$. Luego se va al Bellagio donde sigue ganando hasta llegar a la mesa de 200/400. Acaba el día con unas ganancias de 30.000$. También seguía jugando en internet y en poco más de una semana llegó a los 200.000$ de beneficio.

Empieza a jugar el Main Event de las WSOP y al finalizar su primer día, está en el puesto 8º de la clasificación provisional. Darío acaba el torneo en un excelente 543º y los 22.000$ de premio. Lo celebra comprándose un Rolex de 40.000$.

De vuelta a casa, decide canjear sus 3 millones de FFP por el Porsche Caiman en Poker.

Y hace apenas un mes, en el EPT de Baden, Dario Minieri acaba en un fantástico 3º puesto (160.000$) protagonizando la jugada del torneo en la mesa final televisada: desde el button, Thang Duc Nguyen sube 45.000, Daniel Dodet hace reraise 165.000 y con 800.000 fichas, Dario hace reraise de la mitad de su stack (400.000). Nguyen se tira y después de unos minutos, Dodet hace lo mismo: FOLD. Dario enseña su jugada (A5) a lo que Dodet le responde preguntándole si está loco. Darío responde: “si, estoy loco, soy italiano y vengo aquí a divertirme”.

Resumiendo, creo que esta parrafada está justificada, porque aquí en Italia, la gente está convencidísima que estamos ante el jugador del futuro. Fijaros que todo lo que he comentado ha pasado en muy poco tiempo. No sé si llegarán los resultados, pero por lo menos va a dar de qué hablar, solo hace falta fijarse en la “pinta” de “macarra” que lleva el amigo (pendiente, cadenas, rolex…)