Buenos muchachos

Despertar por la mañana y tener todo lo que uno desea con solo un gesto, una mirada, una mínima palabra. Estar por encima del común mortal que sobrevive día a día. Hacer y deshacer. Decidir sobre la vida y la muerte como quien decide entre una marca u otra de cerveza. Crear terror en los demás con la sola mención de nuestro nombre, con el solo pensamiento que cruza fugaz e irreprimible.

¿Quién no lo imaginó alguna vez? Un poder tan inmenso que resulta obsceno. En nuestros tiempos quienes tienen este poderío son pocos, y los más impunes son sin dudas los miembros encumbrados de la Mafia. Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, conoce esta vida de poder, honor y respeto que llevan los gangsters que habitan en su barrio, en una zona de Brooklyn donde son mayoría los emigrantes, y que está bajo la protección del patriarca de la família Pauline, Paul Cicero. Henry, a sus trece años de edad, desistirá de seguir yendo a clase, y fascinado por tal vida mafiosa, entrará a formar parte de la organización, comenzando por ser un mero chico de los recados para ir ascendiendo de posición a medida que fortalece la confianza que en él depositan los integrantes del hampa local, como el irlandés Jimmy Conway o el italoamericano Tommy de Vito, adentrándose cada vez en negocios más turbios.

Toda la historia de Henry Hill, un gangster que violó la ley sacrosanta de la Mafia -la omertá- para evitar ir a dar con sus huesos a la carcel, fue retratada excepcionalmente por Martin Scorsese en la película Buenos Muchachos, o Uno de Nosotros, en 1990, con actores enormes como Robert De Niro (Jimmy Conway), Ray Liotta (Henry Hill), Joe Pesci (Tommy DeVito), Lorraine Bracco (Karen Hill), Paul Sorvino (Paul Cicero), Frank Sivero (Frankie Carbone), Tony Darrow (Sonny Bunz), Mike Starr (Frenchy), e incluso la aparición por allí de un Samuel Jackson en uno de sus primeros grandes papeles.

La empresa I-play lanzará en breve el juego para móviles basado en esta historia, con el nombre de GoodFellas (el nombre de la película en inglés). Según cuenta Noticiasdot.com, el juego incluye dos en uno: estrategia social y un completo juego de póquer. Nuestro objetivo es comenzar en el escalón más bajo de la organización de la Cosa Nostra e ir escalando posiciones y construyendo nuestro imperio ganando la mayor cantidad de dinero y respeto posible; por supuesto evitando ir tras las rejas.

El paso del tiempo está perfectamente representado en tres décadas: los 50, los 60 y los 70. Durante estos años podremos ganar dinero apostando a las carreras de caballos, a combates de boxeo, recaudando comisiones por protección, por chantaje o extorsión. Por supuesto, también podemos traficar con mercancías ilegales, y obtener intereses de préstamos fraudulentos. Todo vale en Uno de los nuestros. Y por supuesto, al llegar la noche iremos a jugar unas manos de póquer, otra forma de hacer mucho dinero, y donde las trampas están a la orden del día.

¿Quién no quiso alguna vez ser un gangster?