La importancia de la posición
La posición en la que jugamos es un concepto fundamental dentro del hold'em. Si habéis jugado alguna mano habréis notado la enorme diferencia que constituye jugar en primera posición, sin tener información del juego de nuestros rivales, o en última, cuando ya todos han hablado. Por lo tanto nuestra posición afecta determinantemente al número y tipo de manos que jugamos.
Podemos distinguir hasta cuatro posiciones en una mesa de hold'em.
Early position
Son las 3 posiciones siguientes a la ciega grande, y por lo tanto seremos los primeros en hablar antes del flop. Nuestra información acerca del desarrollo de la mano es nula, por lo que sólo jugaremos nuestras mejores cartas.
Middle position
Las 3 siguientes posiciones. Desde esta situación ya tenemos más información sobre como se está desarrollando la mano, y aunque sigue siendo incompleta, ampliaremos la cantidad de manos que jugaremos.
Late position
Las dos últimas posiciones, incluyendo al botón (o button). La mejor posición del hold'em, y desde donde jugaremos el espectro más amplio posible de manos.
Desde las ciegas
Es la posición más complicada de jugar, y desde donde perderemos la mayor cantidad de dinero durante nuestra carrera. Por una parte somos los últimos en hablar antes del flop, pero sin embargo hablamos los primeros en todas las demás rondas de apuestas, lo que complica seriamente nuestras opciones. Además en muchas ocasiones jugaremos manos subóptimas, debido al hecho de que ya hemos pagado una parte de la apuesta de forma obligada.
Como afecta la posición a nuestro juego
El póquer es un juego de información incompleta. Cuanta más de esta información tenemos, más claras son nuestras opciones. Ahora bien, ¿afecta esa información al valor de nuestras manos? Decididamente. Veamos como nuestra posición puede hacer que una mano pase de injugable a jugable.
Imaginemos la siguiente escena. Estamos en segunda posición (early) con 89. El primer oponente hace fold, y nosotros, equivocadamente hacemos call. El resto de la mesa abandona, mientras que el button sube para eliminar a las ciegas. Vemos la subida, quedándonos heads up contra el button.
El flop nos trae 7J4, dándonos opciones de completar una escalera interior si robamos un 10. Pasamos, y el button obviamente, apuesta. ¿Debemos hacer call? En este momento debemos contar nuestras probabilidades. En el bote hay 8 apuestas pequeñas (2 de la ciega grande, 1 de la ciega pequeña, 4 de la acción preflop, y la apuesta del button), por lo que el bote nos está ofreciendo unas odds de 9:1. Sin embargo, nuestra escalera se completará tan sólo en una ocasión de cada 11, o 11:1 por lo que si hacemos call estamos cometiendo un error. Estariamos jugando contra las matemáticas y por lo tanto, regalando nuestro dinero.
Ahora imaginemos la misma situación, pero desde la última posición. Nos reparten la misma mano, 89. Los jugadores 2, 4, 5 y 6 hacen call, y nosotros desde el button hacemos lo mismo. Las dos ciegas ven la apuesta.
El mismo flop, 7J4. La ciega grande apuesta, y los tres rivales a continuación ven la apuesta. Es nuestro turno. Evaluemos nuestras opciones. En el bote hay 11 apuestas pequeñas, o sea que para ver la apuesta nos está ofreciendo 12:1. Como nuestras posibilidades de completar la escalera son de 11:1, es una apuesta favorable y por lo tanto veremos esa apuesta para intentar completar nuestro draw.
Veamos que ha ocurrido. En la primera situación, jugábamos sin posición una drawing hand. Este tipo de manos difícilmente ganan un bote sin mejorar en el flop, por lo que necesitamos un bote con muchos jugadores dentro, y generalmente pasivos, de forma que podamos tener opciones favorables (odds) de robar la carta del turn. Al jugarla sin posición, no hay forma de que supiésemos que condiciones se iban a dar.
Por otro lado, en la segunda situación estábamos jugando con la posición. Nuestra mano, injugable desde el frente como hemos visto, se convierte en buena porque todas las condiciones son favorables. Es un bote con muchos jugadores dentro y además no está subido, situación ideal para intentar completar nuestra jugada. En el caso de no darse las condiciones necesarias, nuestras posición también nos proporciona la posibilidad de abandonar. Por ejemplo si nos hubiese venido un bote subido desde early.
Resumiendo
Por ahora hemos visto como la posición desde la que jugamos puede afectar al tipo y a las manos que jugamos. En general, desde las primeras posiciones jugaremos sólo las manos que tengan valor en si mismas, como AA, KK, QQ, AK o KQs entre otras. Conforme retrasamos nuestra posición, y ampliamos la información disponible, nuestro abanico de posibilidades aumenta considerablemente, haciendo jugables manos como 98s, 87s, o 97s.
Por lo tanto, tened muy claro que no todas las manos en el póquer tienen el mismo valor. Es la suma de distintos factores, como la posición, los que te inclinarán hacia una determinada jugada en un determinado momento. Saber adaptarte a cada situación distinta, a base de práctica y estudio, es lo que te convertirá en un gran jugador.
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