La generación de los mileuristas

Anónimo | 26/10/05

Esta anotación tiene poco que ver con el poker la verdad, pero es algo que me parece tan cierto que creo que merece la pena comentarlo. Estaba leyendo mis blogs favoritos sobre tecnología como suelo hacer diariamente cuando he encontrado esta anotación en Kirai.net, Mileuristas y los Ingenieros. En el mismo se comenta un artículo aparecido en El País, titulado La generación de los mil euros.

A mediados de agosto llegó una carta a este periódico que anunciaba la aparición de una nueva clase social. Se titulaba Soy mileurista y decía, entre otras cosas, lo siguiente: "El mileurista es aquel joven licenciado, con idiomas, posgrados, másters y cursillos (...) que no gana más de 1.000 euros. Gasta más de un tercio de su sueldo en alquiler, porque le gusta la ciudad. No ahorra, no tiene casa, no tiene coche, no tiene hijos, vive al día... A veces es divertido, pero ya cansa (...)".

Carolina comparte su casa con otras tres chicas de 25, 29 y 29 años. Ninguna gana lo suficiente como para alquilarse un apartamento. Pagan 360 por cabeza y conforman una extraña familia unida cuyos miembros hace un año no se conocían de nada. "Toda la gente con la que voy es así", añade Carolina, "tengo una amiga que trabaja en una editorial de Madrid por 1.000 euros; mi hermano es ingeniero en Andalucía y lo mismo, mi cuñada es licenciada en Medio Ambiente y también. Todos estamos igual, y no es que vivamos mal, porque para algunos somos unos privilegiados, pero no es lo que esperábamos".

Belén Bañeres tiene 37 años, vive en Madrid y la sensación "de ir llegando tarde a todo". Estudió psicología y no hizo oposiciones al PIR (el MIR de los psicólogos) en un primer momento. Cuando quiso hacerlo, no hubo plaza. Lleva saltando de trabajo en trabajo más de 14 años. Jamás ha desempeñado un puesto acorde con los estudios que llevó a cabo. Jamás ha cobrado más de 1.000 euros brutos al mes. Sólo desde hace un año goza de un contrato indefinido como auxiliar administrativo. Desde entonces vive con su pareja (otro treintañero universitario con un sueldo de 1.000 euros) en un piso de alquiler. Ve casi imposible tener una casa propia. Ve muy difícil tener hijos. "Con la de horas que trabajamos los dos no podría cuidar ni de un perro", dice. Y después de haber resumido así su biografía, concluye: "Y también tengo la sensación de que me han robado la vida".

Un amigo de Belén que prefiere no dar su nombre, con un exclusivo máster a cuestas de informática aplicada a ciencias biológicas, trabajó durante casi un año de teleoperador en el 11888. "Y no era el único universitario: eso estaba lleno de gente preparadísima con carreras, idiomas y cursos de esto y de lo otro que, en un momento dado y si hacía falta, contestaba en alemán al que llamaba", cuenta.

Y los más jóvenes de esta generación tampoco lo tienen más fácil. Daniel Castillejo, sevillano de 29 años, lo ejemplifica: "Soy arquitecto, hablo tres idiomas, y no llego a 1.000 euros de sueldo al mes por trabajar, sin contrato, en un estudio. Jamás he tenido un contrato, ni vacaciones, ni pagas extras, voy en un coche de hace 15 años y este mes he renunciado a comprar diariamente el periódico porque no me puedo permitir gastar 30 euros más. Vivo de alquiler con mi novia y yo no creo que nos hayan estafado: yo creo que nos están tirando a la basura".

Kirai centra su artículo en las carreras de Informática y Telecomunicaciones, en las que, por lo que me toca, tengo que decir que la situación de sus titulados es lamentable. Yo mismo, estudio la carrera únicamente porque me apasiona, ya que estoy bastante convencido de que cuando la acabe no voy a encontrar ningún trabajo aceptable en España como ingeniero informático. No os imagináis lo segurísimo que estoy.

La verdad es que el artículo en el País es una de esas lecturas que de vez en cuando llegan para darte una patada a tu realidad, y mostrarte la verdadera cara del mundo que se nos avecina, porque a mi me gustaría mirar un poco más lejos, y ya no pensar en esta, mi generación, sino en las que vienen, porque amigos, eso si que va a ser el infierno.

Al hilo de todo esto, también podéis encontrar algunas anotaciones en el blog Casiseguro y hmmmm. Del primero también llegamos a una excelente anotación en el blog de Martin Varsavsky sobre el mercado de la vivienda en España, La Vivienda en España: Cuando la Democracia no Funciona.

Ahora es cuando recuerdo las 10 razones para no convertirse en profesional del póquer, y pienso la razón que tenía AndrewMartin en su comentario.

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