Adaptándonos a los microlímites

Simón | 19/09/05


Llamamos microlímites a las mesas con un

límite de apuesta por debajo de 0.10$/0.20. Estas mesas son

un fenómeno relativamente nuevo en las salas de

póquer en red, y cualquiera que haya probado a jugar

aplicando los conocimientos adquiridos en los libros de

póquer tradicionales, probablemente haya perdido gran parte

de su salud mental viendo como nada de lo aprendido tiene sentido

alguno. Esto es así porque la mayor parte de los libros que

podemos encontrar no tienen en cuenta estas mesas, ya que simplemente

no existían en el momento en que se escribieron. Pero es que

además, el juego estricto que recomiendan choca frontalmente

con el tipo de juego que se debe aplicar en estos niveles.


Pongamos un ejemplo. Ahora mismo estoy navegando por el lobby

de una sala de póquer cualquiera, una de aquellas que me

ofrecen las estadísticas de los jugadores que van al flop en

cada mano. Este dato normalmente viene expresado en un tanto por

ciento, es decir, si en una mesa de 10 jugadores marca un 70%, quiere

decir que de media 7 jugadores pagan por ver el flop. Mientras tanto,

en niveles más altos, encontrar una mesa que supere el 30%

es toda una rareza, al tiempo que una magnífica oportunidad

de ganar unos dólares fácil.


Como comprenderéis, el hecho de que en cada bote

halla una gran cantidad de jugadores eleva de forma notable nuestras

odds implícitas, por lo que en lugar de jugar de forma

estricta, podemos ser mucho más liberales y

añadir un buen número de manos a nuestro arsenal,

como los conectores ligados desde cualquier posición. Os

dejo a continuación una lista de algunos puntos a considerar.



  • Las cartas altas sin ligar pierden valor. En esta clase de

    botes difícilmente ganaremos tan sólo con una

    pareja, por lo que estas manos pierden mucho valor. Cuidaros

    especialmente de manos como AT, KJ ó KT. En botes con muchos

    jugadores dentro son manos a abandonar a no ser que liguéis

    un proyecto.


  • Los conectores ligados (dos cartas seguidas del mismo

    palo) ganan

    mucho valor desde cualquier posición si la partida es

    pasiva, es decir

    no hay mucha subida preflop. Si es agresiva, limitaros a jugarlos desde

    últimas posiciones tras comprobar que realmente

    podréis entrar de forma

    barata. Cuanto más altos en rango, en peor

    posición podréis entrar.




  • Otra mano que necesita de unas buenas odds

    implícitas para resultar

    rentables son las parejas pequeñas, pues las veces que

    completéis el

    trío ganaréis un bote gigante, y cuando no lo

    hagáis, abandonaréis sin

    muchos problemas. Como con los conectores, ajustaos a la agresividad de

    la mesa.



  • Por el mismo motivo, los ases ligados merecen ser jugados

    en cualquier posición.


Como todo en el póquer, el secreto consiste en

adaptar nuestro juego a la mesa en la que jugamos. Los

microlímites pueden ser un nivel muy duro ya que muchas

veces perderas manos imposibles en la última carta, pero a

la vez pueden ser extremadamente “rentables

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