Visiones externas sobre el póquer. ¿Una burbuja irrompible? por The Big Trujillano
"Creo que paso demasiado tiempo jugando al póquer. Probablemente haría mejor si pasase más tiempo con mi familia, pero…” John Juanda.
“ Es prácticamente imposible para un jugador de póquer tener novia. Las mujeres no comprenden que cuando les dices que estarás en casa hacia las 10 de la noche y llegas a las 10, efectivamente, pero de la noche siguiente, es porque le estás dando duro al póquer. Al menos, ellas saben que no les estáis engañando con otra, saben exactamente dónde pueden encontraros. ” Mike Matusow.
Resulta cuando menos curioso, una vez experimentados en propias carnes los placeres (con sus sinsabores) que el póquer con toda su parafernalia provoca y conocidos, aunque queda mucho por conocer, los detalles más singulares que rodean este universo nuestro, realizar un ejercicio que aunque pueda parecer una “frivolité” reúne todas las ventajas que ofrece el distanciamiento, sobre todo la de obtener información externa, limpia de toda la influencia que uno puede experimentar estando dentro en mayor o menor medida.
El ejercicio consistió en lo siguiente: me he sentado durante unos minutos con tres personas muy próximas a mi (con su beneplácito, por supuesto, porque por la fuerza uno corre el riesgo de sacar conclusiones viciadas) para plantearles dos preguntas, queriendo obtener con sus respuestas lo más parecido a las impresiones generales que la palabra póquer produce en los profanos en la materia. (*)
(*) Los testimonios que aquí se reproducen son absolutamente textuales, todo lo más retocados ligeramente para que se adapten a este formato de artículo. Los encuestados expresaron sus ideas de manera sincera y libre, sin ningún tipo de sugestión o coacción por parte del autor, actitudes que hubiesen sido, por lo demás, poco provechosas para el sentido que realmente se quiere dar a este pequeño estudio.
Las preguntas formuladas fueron éstas:
1ª) ¿Qué te sugiere el juego del póquer, qué sabes sobre él y con qué lo relacionas?
2ª) ¿Qué sentimiento te produce conocer que alguien tan próximo a ti se dedica, a tiempo parcial, a esta actividad?
Encuestado nº 1
La máxima representación de la figura paterna, mi padre para ser más exactos, de natural conservador y jugador muy ocasional de tute en las sobremesas de comidas de amigos para jugarse el “chupito” de rigor, como parece lógico pensar, el mayor escollo que me podía encontrar en esta particular “salida del armario” que me he propuesto.
1ª) Respuesta: “Me viene a la cabeza ese póquer tapado con descarte (o descartes, no recuerdo bien), ése que salía en algún episodio de “Cuéntame”, con todas aquellas connotaciones de adicción, aquellos submundos de dudosa calaña, aquellos padres de familia modélicos que se veían engatusados por ambientes sólo destinados a gente adinerada o a tahúres profesionales, gente que buscaba emociones nuevas y que llegaban a manejar cantidades inimaginables en sus vidas rutinarias, siempre alcanzando el mismo resultado: la ruina y el destrozo consiguiente de familias enteras.”
“Yo no creo que el póquer sea como un juego de esos que se juega en cualquier pueblo, en el que se juntan en torno a una mesa durante horas varios grupos de aldeanos que, compartiendo sanos improperios y tosca camaradería, se apuestan un par de “tragos” después de la comida en sus casas.”
“No conozco, ni quiero conocer, lo que se juega ahora en ese póquer del que tú me hablas, pero para mí es sinónimo de riesgo incontrolado, de ambientes bizarros y de vidas, en definitiva, insatisfechas.”
2ª) Respuesta: “En coherencia con lo que te he comentado antes, saber que tú te dedicas a esto y sobre todo por Internet (que me produce, en su conjunto, serias reservas sobre su real utilidad y su potencial peligrosidad) me decepciona en gran medida, siempre a salvo de conocer en profundidad los detalles del juego y esas implicaciones matemáticas y psicológicas de las que tanto te empeñas en hablarme.”
“He visto que dispones de material audio-visual, que estás inmerso en una comunidad donde debatís cuestiones que ni me planteaba que tuviesen debate, todo lo cual me abre una puerta a la esperanza. Y a eso le sumo que siempre has sido muy respetuoso con prioridades vitales como la administración de tu economía o el cuidado de tus obligaciones laborales y familiares, con lo que espero que sabrás discernir dónde se acaba esto que tú llamas una “afición lucrativa” para pasar a ser un vicio desordenado que te afecte de manera personal.”
Encuestado nº 2
Persona, año arriba, año abajo, de mi misma generación, con mis mismas inquietudes y con el mismo concepto de las cosas, unido también a mi por implicaciones familiares, mi hermano menor…
1ª) Respuesta: “ Conozco el tipo de póquer al que juegas, ya que conozco a un par de amigos que se dedican a ello y me dan cada dos por tres la paliza con los alicientes que tiene y lo sumamente atractivo y emocionante que resulta en cuanta conoces sus fundamentos con más profundidad.”
“Además alguna vez he visto en canales de televisión, en horarios minoritarios, retransmisiones de torneos de circuitos europeos y mundiales y la verdad es que si bien su ritmo no es trepidante ni engancha visualmente en exceso, reconozco que debe ser un “subidón” de adrenalina para esos imperturbables jugadores que sostienen esa dos cartas que podemos ver gracias a un truco de los realizadores.”
“De todas maneras, me disuade bastante ese componente económico, a pesar de que me comentas que precisamente es la correcta gestión y juego dentro de banca la que da seriedad al póquer y separa a los buenos jugadores de los “atrevidos opositores”.”
“Pero sigo pensando que el azar juega un papel tan preponderante que se necesita ser de una pasta especial para llegar a ser ganador, aunque tú me aseguras hasta la saciedad que todo es habilidad y números…No sé si creerte…”
2ª) Respuesta: “Necesitaré sentarme contigo más tiempo delante del ordenador para que me sigas explicando todo lo que conlleva jugar a ese Hold’Em que dices que frecuentas en esas salas que tienes descargadas en tu escritorio.”
“Lo cierto es que he compartido un par de horas de sesión a tu lado, mientras me ibas dando explicaciones pormenorizadas de cada acción que efectuabas (y también he vivido, te recuerdo, unos minutos en los que has perdido el control de tu juego por culpa de un rival que supuestamente te estaba amargando en cada mano).”
“Me has hablado de conceptos como el control del “tilt”, la elección del nivel según nuestra banca, las diferentes modalidades que puedes escoger (que yo, sin saber nada del tema, te adelanto que escogería el “cash”, donde parece que, a poco bueno que seas, se puede ganar un buen dinerete por hora jugada ¿no?).”
“Ahora bien, lo que no me puedes negar es que para dedicarte/adentrarte en este mundo tuyo, ya debías tener dentro una semilla y yo sé que a ti te viene de atrás, que te conozco hace mucho y sé que te brillan los ojos dentro de un casino sólo con ver jugar a otros y que todavía me acuerdo cuando me contabas con detalle tus avances en el mundo de las apuestas deportivas…”
“De cualquier manera, no te cambio andar trasteando con el e-mule por abrir esas 12 mesas a la vez como me has enseñado…Además me parece imposible tomar decisiones con criterio con la pantalla repletita de mesas, ¡qué locura!”
Encuestado nº 3
Se comenta que no puede haber persona que te conozca mejor y comparta tus vivencias con tanta profundidad como la esposa de uno. En mi caso, ella conoció todas las etapas de mi entrada y consolidación en el póquer, aunque fuera desde cierta distancia y con femenina comprensión.
1ª) Respuesta: “Todo lo que sé sobre este juego, lo conozco por ti, por que has estado a punto de meterme el gusanillo, sin éxito aún y porque mi condición de esposa me obligaba a estar un poco al tanto de un “hobby” que te está absorbiendo muchas horas (sé a ciencia cierta que esa absorción es sólo de tiempo, no de dinero, ya que si eso sucediese, tocaría ponerse un poco más seria).”
“Lo cierto es que es fascinante, como mero espectador curioso, ver como un juego de cartas puede tener tantas implicaciones, como puede exigir tanto análisis y tanto estudio para poder hacerte un sitio…Lo cual me lleva a pensar que a ti te toca elevar esa dosis de análisis y estudio, hablando de todo un poco…”
“He de reconocer que yo era de la opinión de que una persona con inquietudes intelectuales, con una vida social amplia, no era precisamente el candidato a dedicar horas y horas en Internet a un juego de azar (perdona ya sé que te fastidia que lo catalogue así, es por simplificar tontorrón…), como tampoco entiendo a esos chavales que se encierran a competir con otros en esos juegos de estrategia “on line” que tanto furor hacen entre los adolescentes.”
“Ambas cosas las equiparaba y ambas me parecían actividades con un no sé qué de enfermizo, propio de personas introvertidas y poco dotadas para capacidades relacionales, deportivas, etc.”
2ª) Respuesta: “Ha sido precisamente el vivirlo en primera persona lo que ha modificado mi forma de entender este juego, si bien todavía no me siento motivada para participar activamente en él. Me gusta acercarme y sentarme esos ratos contigo cuando estás en fases avanzadas de un torneo y que me cuentes qué haces y por qué tomas cada decisión, que me hables de las habilidades o ineptitudes de tus rivales, de esos logros de tus compañeros estrella…”
“De tal manera he comprendido el intríngulis de tu amada afición que ya tengo confianza ciega en que no se transformará, salvo hecatombe (no te puedo vigilar constantemente) en un vicio peligroso que se aleje del divertimento, hasta el punto en que puedo apoyarte sin reservas… ¡cuando intentes hacérselo entender a tu padre!.”
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