Si el póquer es un deporte ¿qué hago con esta tripa? por Spainfull

Anónimo | 12/06/08

Hoy voy a dedicar el artículo a uno de esos temas recurrentes en los foros de póquer sobre los que nunca se llega a un acuerdo. Básicamente, como ocurre en muchas otras ocasiones, porque el “conceto” no está demasiado claro. La pregunta cíclica que una vez cada semestre aparece formulada es: ¿se puede considerar al póquer como un deporte?

Como diría el de los posters con la lengua fuera, todo es relativo. Uno de los problemas principales en este punto es que cada uno tiene una definición propia de lo que es deporte. Para unos requiere una actividad física, para otros un entrenamiento regular, para aquéllos que no intervenga el azar, para éstos que haya normas establecidas y para ésos que se la suda todo siempre que haya cervezas frías.

Como diría la menestra del tan necesario ministerio de la igualdá (igual da que exista como que no, para lo que sirve), para los retrógrados miembros y miembras de la RAE, deporte es lo siguiente:

  1. m. Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.
  2. m. Recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre

Parece ser que la palabra proviene del latín deportar, pero no en el sentido de mandar a los traidores corriendo a Siberia, sino en el de divertirse, recrearse. Según la definición de la RAE, deporte puede ser cualquier cosa; la que no se aplica a la primera definición, lo hace a la segunda. Podríamos estar hablando de disciplinas tan variadas como el fútbol, el tiro de pichón, el torneo de la galleta, el kung-fu, el tenis, el parchís y, hasta si retorcemos un poco la definición, el teto invertido (lo comido por lo servido).

Es decir, de momento, nada claro. Por si fuera poco, en este tema, el último maricón. Cualquiera llega y da su definición de deporte. Una curiosa es la atribuida a Ernest Hemingway, que afirma que: “solo hay tres deportes verdaderos: las corridas de toros, el montañismo y el automovilismo. El resto son simplemente juegos”. Aunque no está claro que fuese suya la frase porque consideraba que las corridas de toros eran una tragedia (supongo que para los toros); como rezaba en una conocida plaza de toros: “si el toreo es un arte, el canibalismo es gastronomía”. Yo, si hablamos de comerse a Evangeline Lilly, estoy completamente de acuerdo con la frase.

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