Poker winners are different

Poker winners are different es el título de un libro de Alan Schoonmaker, autor de varios libros de psicología y algunos artículos de póquer. No he tenido la ocasión de leer el libro, pero navengado por internet me encontré con esta reseña que me ha parecido suficientemente interesante como para dedicarle una pequeña nota.

El libro estudia por qué sólo hay unos pocos ganadores en el mundo del póquer, y por qué habiendo muchos jugadores que se esfuerzan en mejorar constantemente, sólo unos pocos llegan a medrar en este mundillo. Sin datos demasiado concluyentes, pero a raíz de muchas fuentes distintas, el autor llega a la conclusión de que sólo alrededor de un 8% de jugadores son ganadores en el póquer online.

Según el autor, lo que, entre los jugadores que se esfuerzan por ganar al póquer, determina quienes triunfan y quienes no, no es tanto la habilidad o el talento innato, sino la actitud que tienen para con el póquer. Concentración, disciplina, realismo, o la capacidad de aislarse de las propias emociones son fundamentales para ganar al póquer, y quienes no reúnan estas características no van a poder triunfar por muchos conocimientos o destrezas innatas que posean.

El libro estudia este tipo de cualidades psicológicas de los ganadores sistemáticos y estudia cómo desarrollarlas e implementarlas; en general, el autor de la reseña habla bastante bien del libro. Si os interesan estos temas, también se recomienda bastante el conocido libro the poker mindset, del que ultimamente he oído hablar por parte de muchos jugadores.

Ultimamente he pensado mucho en este tipo de cosas. La varianza del póquer es muy dura, pero funciona como una especie de cortafuegos que separa a quienes son capaces de comprenderla y soportarla de quienes no; quienes se dejen llevar por los resultados a corto plazo caerán facilmente en tilt (de todo tipo; jugar con miedo, o demasiado confiado, o sin prestar atención es tilt tanto como enfurecerse o desesperarse) y no conseguirán jugar correctamente, por mucho que teóricamente sepan cómo hacerlo. Para los que jugamos al póquer muchas horas al día, encontrar rutinas y métodos para no perder la concentración o el interés puede ser más determinante que el enésimo cálculo de EV o mirar gráficas en el Hm; o por lo menos, seguramente es igual de importante. Además, cualquiera puede aprender teoría sobre póquer, basta con ponerse a estudiar, pero conseguir templar la propia personalidad para no distraerse o cabrearse jugando al póquer es algo más difícil de conseguir, por lo que tal vez sea algo más valioso.