Mamá, ¡quiero ser artista! por Boltrok
Bueno, estoy un poco sorprendido con la cantidad de gente que quiere ser profesional del poker. De hecho, todo aquel que haya ganado un Sit&Go de 10 euros jugado con sus amigos ¡quiere ser artista!
En mi caso, llevo dos años y medio ganando en esto del poker pero no tengo ninguna intención de dedicarme al artisteo y es que, posiblemente, la decisión de dedicarse al poker depende, en gran medida, de las circunstancias de cada uno. El hecho de que yo tenga un trabajo bastante decente (dentro de lo que hay hoy en día) posiblemente haga que no me plantee dar el salto a vivir del poker aunque, a día de hoy, ganaría bastante más que en mi propio trabajo con una dedicación de cinco o 6 horas diarias.
Eso sí, para el que quiera vivir del poker, voy a darle unos consejos, la mayoría de ellos firmados por el Señor Perogrullo. Pero como de todos es conocido, “el sentido común es el menos común de los sentidos”.
En primer lugar, debemos fijarnos un nivel y una modalidad de poker donde jugaremos. Por ejemplo vamos a jugar NL200 y No Limit Holdem. También nos fijaremos la cantidad de horas semanales que vamos a jugar, así como planes de vacaciones, etc. Profundizaremos en esto más tarde.
Una vez fijado nuestro “campo de trabajo”, deberíamos tener pruebas de ser lo suficientemente buenos en el mismo. Y, ¿qué pruebas son estas? Pues, al igual que el movimiento se demuestra andando, el buen poker se demuestra jugando. Esto quiere decir que en el nivel elegido para profesionalizarnos ¡debemos ser ganadores ya!. No podemos andar con cuentos de la lechera y nuestro Poker Tracker debe tener más de 100.000 manos en ese nivel marcando una cifra de +2ptBB/100. El resto son castillos en el aire.
Personalmente, no considero suficiente prueba el hecho de ser ganador consistente sino que tenemos que “sentir” que sabemos porque ganamos, los puntos débiles de nuestro rivales, nuestro propios puntos fuertes, etc. Es esa sensación que tienes cuando tienes dominado el nivel. Pues, ese, es el punto de partida no el de llegada.
Estas cifras, basadas en nuestra propia experiencia (y demostrables en un número de manos lo más amplio posible), nos permitirán hacer una estimación de lo que podemos ganar jugando al poker. Cada uno tiene unas necesidades (hipotecas, hijos, etc) o las tendrá en un futuro y debemos hacer una estimación razonable. Por razonable, entiendo tener en cuenta nuestros gastos ordinarios, periodos de vacaciones (no juego, no cobro) y si queremos de verdad ser profesionales deberemos tener en cuenta posibles bajas laborales, pensiones de jubilación y un seguro médico que supla la no cotización a la seguridad social (o cotizar como autónomo, etc).
Aquí entraría, sin duda, un punto clave como es la fiscalidad, tema este que daría para un artículo entero pero que lo reduciremos a que hay que tenerlo en cuenta a la hora de dar este paso y posiblemente necesitemos la opinión previa de un asesor o, cuando menos, de algún jugador profesional (y digo profesional contrastado no autoproclamado) y su buen hacer en este campo.
El siguiente paso, es verificar que disponemos de la herramienta más importante del jugador de poker: el bankroll. El bankroll de un jugador profesional lo es todo. Sin el, no hay poker y, sin poker, no hay garbanzos que llevarse a la boca. La pérdida del bankroll es la pérdida de la posibilidad de ejercer la que has decidido que va a ser tu profesión y por lo tanto es el fracaso más absoluto y la ruina. Nuestro bankroll como profesional deberá ser más consistente que el jugador semi-profesional y muchísimo más que el del jugador ocasional. No sirve con 40 buy-in. Hay que tener, al menos, el doble de lo recomendado ya que no queremos bajar de nivel (lo que implica bajar los ingresos e impactará directamente en nuestro nivel de vida).
Como decían en Rounders, debes tener un plan y, también, debes tener una puerta trasera por si el plan no sale bien. Sopesa muy bien los pros y los contras y no te pongas metas como jugar siete horas los siete días de la semana durante todo un año porque hay muy poca gente capaz de hacer esto y, más allá de que sea posible, la pregunta debería ser ¿merece la pena?. Confecciona un calendario y un plan de subir/bajar de niveles en función de resultados, malas rachas, etc y sigue esta “hoja de ruta” como si fuese tu particular libro rojo. No me parece mala idea anotarlo y revisarlo cada cierto tiempo.
Si estamos hablando de jugar al poker on-line (que sería mi planteamiento ya que en vivo me parece una locura difícilmente realizable) debes ser consciente de que tienes la suficiente fuerza de voluntad para estar en tu casa y cumplir con lo que te has fijado en el plan anterior. Hay que ser muy disciplinado como persona para teletrabajar. No hay jefes y sólo está tú (a quién te resultará bastante fácil engañar si te lo propones, sobre todo si vives sólo).
A mí, hay una parte que me parece crucial, y es el aspecto psicológico ¿Cómo llevas las malas rachas? Posiblemente si nunca has tenido una mala racha o una muy mala racha no es que seas muy bueno sino que has jugado muy poco al poker. Las malas rachas van a llegar y, con todo lo anterior, lo único que pretendo es amortiguarlas. No obstante, el impacto de una mala racha o de un mes con pérdidas sobre tu propia persona sólo lo puedes controlar tú. Trabaja y experimenta en conocerte a ti mismo en estas situaciones. El tilt o la pérdida de control era, muchas veces, una anécdota que contar cuando no eras profesional pero ahora es algo que , simplemente no te puedes permitir.
Si tienes pareja (familia o amigo supongo que casi todos) has de ver como les va a afectar el poker. Quiero decir, que cuando tengas una sesión de perros no serás tan cafre como para pagarlo con tu esposa, novia, padres o amigos, ¿verdad?. Debes separar el poker de tu vida y el único nexo entre ambos debería ser el dinero que obtienes del primero, para vivir la segunda.
Posiblemente, vas a tener problemas de imagen ya que ser “jugador de poker” no es algo muy común y, sinceramente, mucho menos bien visto. Podemos culpar a la sociedad, etc pero lo cierto es que en la mayoría de sitios te van a mirar como a un bicho raro. Ten en cuenta también, que esa puerta trasera que te has dejado, no se verá muy beneficiada por tu currículum como jugador profesional. Es un periodo de tu vida que muchas veces deberás pasar por alto cuando hables con ciertas personas. Básicamente, el jugador de poker vive de ganar el dinero de los otros (como todos, dirá alguno. Sí, pero de manera más descarnada y peor vista en nuestro caso). Asegúrate asimismo de que eso, no provoca ningún conflicto moral o ético en tu interior.
Y por último (aunque hay muchos más temas que podríamos abordar), la gran pregunta: ¿te gusta el poker? Estás eligiendo una opción de vida no una camisa o un libro. A todos nos gusta ganar dinero fácil pero ahora que vas a dedicar a jugar profesionalmente creo que deberías sentir una verdadera pasión por el poker, por su estudio, por el propio juego.
Las circunstancias como profesional serán muy diferentes a las de jugador aficionado. Debes sopesar muy bien todos los puntos y, yo, no me permitiría un paso en falso en estos aspectos.
Yo también fui joven un día hace mucho (esto se llama ironía ¿eh? …nos os vayais a pensar), y aunque este artículo va dirigido a cualquier jugador de poker, me preocupa especialmente la gente joven que se deslumbra por unas rápidas ganancias y se apresura a tomar decisiones equivocadas. Si al leerlo, te he hecho reflexionar un poco me doy por satisfecho.
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