WSOP #45: Will Givens, predestinado al triunfo

Aviso para navegantes. Si solo concibes una visión racional del mundo, te va a ser complicado digerir el tono que va a predominar en la crónica sobre la victoria de Will Givens en el evento #45 1.000$ No Limit Hold’em de las WSOP.

La redacción de esta noticia le cuadra más a Iker Jiménez, para qué nos vamos a engañar. La varianza puede explicar cómo un jugador puede llegar a la mesa final del mismo torneo dos veces consecutivas por delante de más de 1.650 jugadores en cada ocasión, sí, pero las circunstancias han sido muy especiales.

Givens acabó cuarto en el evento #33, y cabría pensar que ya había disfrutado de su momento de gloria en esta edición de las WSOP. Ya empiezan a escasear eventos de No Limit Hold’em, los únicos que juega Givens. y los fields se están masificando y endureciendo con la llegada de las primeras hornadas de pros dispuestos a disputar el Main Event. Pero este domingo , algo le decía que el destino le tenía preparado algo muy especial.

En el día 2, me sentaron en la misma mesa en la que estaba preparado para reanudar el otro torneo. Entonces nos pusieron un crupier de Denver -Givens es también de Colorado-, y estuvimos bromeando sobre ello. Empecé con 36.000 y cuando me di cuenta, estaba ya en 130.000 o 140.000.

Entonces, en el día 3, me dieron exactamente el mismo asiento en el que estuve la semana pasada cuando quedaban dos mesas: mesa 450, asiento 3. Entonces fue cuando me dije “esto es el destino”. No me podía creer que estuviera repitiéndose. Solo que esta vez gané.

¿Predestinación?¿Riggismo?¿Falta de mesas en el Rio? Nosotros exponemos los hechos y la pregunta queda en el aire para que tú encuentres la respuesta.

A la que menos gracia le haría una posible intercesión de los juguetones dioses del poker sería a Amanda Prada-Moed. La chef repostera de Florida empezó el día 3 con un sólido liderato y lo mantenía a duras penas cuando empezó el caótico juego a tres bandas contra el elegido y Paul Sokoloff.

Los tres jugadores tuvieron la oportunidad de verse al mando del torneo mientras las fichas no dejaban de rotar de un asiento a otro. Will Givens fue el que aprovechó para construir una ventaja decisiva, y Amanda empezaba el heads-up muy por detrás pese a darle el golpe de gracia a Sokoloff.

La esperanza de ver entregar el segundo brazalete del verano para una mujer, después del que ganó Vanessa Selbst en el 25.000$ NL Hold’em Mix Max, se mantuvo durante tres all-ins  pero al cuarto Givens cumplió su personal profecía.

Mención especial merece Iván Saul, jugador argentino que terminó en octava posición en este torneo de 1.841 jugadores. Corto de stack, Iván intentó un squeeze y no consiguió tirar a nadie. Su JT estaba dominado por el QT de Hass y el AQ de Curzio era favorito en la mano, como demostró ganando con A alto después de los tres checks de rigor en una mesa que solo trajo una figura, un K.