WSOP #38: George Danzer amarra el POY con el primer doblete en el Rio

Cinco cajas, cuatro mesas finales y dos brazaletes. Esa es la fantásticha cosecha conseguida por el alemán George Danzer en la 45ª edición de las World Series of Poker, cuando estas apenas acaban de cruzar su ecuador.

El Team Pro de PokerStars será recordado siempre por haber hecho un doblete en las WSOP 2014. Su compatriota Dominik Nische también ha sumado dos este verano, pero el primer evento que ganó, el National Championship, no está incluido en la agenda del festival

Son unas cifras espectaculares que le otorgan una importante ventaja al frente de la clasificación del Player of the Year, para disgusto de su máximo perseguidor, Justin Bonomo. Aunque quizá le haya hecho incluso un favor, evitando los remordimientos del jugador de high stakes por desatender el festival para sumergirse en la música electrónica del Elecric Daisy Carnival.

Bleh, busted in 27th in the 10k Stud 8 (not ITM) and my PoY competitor George Danzer has all the chips. I hope he wins so I can stop caring!

— Justin Bonomo (@JustinBonomo) junio 19, 2014

2nd in PoY race and don't care. Skipping next 4 WSOP days for EDC! Fun begins now at Above & Beyond pool party!

— Justin Bonomo (@JustinBonomo) junio 19, 2014

 Bah, eliminado el 27º y mi rival por el POY George Danzer tiene todas las fichas. Espero que lo gane y así me pueda dejar de preocupar. Voy a saltarme los próximos cuatro días de las WSOP para ir al EDC. 

Como bien indica Bonomo, Danzer se destacó del resto de la competencia del evento #38 10.000$ Stud Hi-Lo a mitad del día 1 y ya no dio tregua a sus rivales. Él marcó el ritmo del torneo, hasta el punto de decidir la burbuja de mesa final en una inusual doble eliminación que dejó fuera a Richard Sklar y John Monnette.

El torneo pudo parecer un camino de rosas para el alemán pero, como en todos los Championship de 10.000$, la competencia era la más dura posible. Por ejemplo, Calvin Anderson amenazó con echarse encima de Danzer en las primeras manos de la mesa final, hasta que el de la cresta eliminó al ganador de un brazalete David Singer.

Jeff Lisandro, con cinco pulseras a su nombre, fue el siguiente en poner a prueba al Team Pro, pero acabó eliminado con la ayuda de Brian Hastings, que ya había dejado fuera a Chris George.

Amenazar el liderato de Danzer se pagaba con la despedida del torneo, y Hastings perdió todas las manos en las que se metió desde entonces para acabar en cuarto lugar a manos del campeón. George empezó la mano con dos ases en las hole cards y vio como le tiraban una escalera al T en el resto de las calles.

El alemán ganaba casi sin querer. En una mano que dejaba prácticamente eliminado a John Racener, tiró de stack para azotar en todas las calles contra un board aparentemente inocuo en frente de su rival, pero a Racener le habían tirado un trío en cuarta y no iba a bajarse del carro.

Tras el último call de Racener, Danzer recogió sus cartas y, en una última mirada, se dio cuenta que había ligado color con su séptima carta.

Racener quería que declarasen muerta la mano de su rival. En Stud normalmente se muestra el showdown dando vuelta a las tres cartas tapadas, sin recoger el resto de cartas a la vista, que se dejan donde están. Cuando se recogen normalmente es para enterrarlas, pero la dirección del torneo decidió con toda lógica a favor de Danzer. En ningún momento hizo amago de devolvérselas al crupier. No las había muckeado y, por tanto, el bote era suyo.

Racener, que se quedaba con poco más de una apuesta grande, solicitó una segunda opinión. Y otra. Acabó obligando al propio Jack Effel a ponerse al teléfono para coincidir con la decisión de sus subordinados.

Nadie daba un duro por él, pero el contrariado Racener sobrevivió hasta la cena cuadriplicando su magro strack, aunque ni con esas dejaba de tener una importante desventaja frente a Calvin Anderson y George Danzer.  

Pero donde hay vida, hay esperanza; y su remontada siguió cuajando hasta el punto de tener la oportunidad de tomarse la revancha de Danzer en el heads-up. Racener depredó las fichas de Calvin Anderson en tres o cuatro botes casi consecutivos y se plantó con 1.600.000 puntos en el cara a cara. Danzer tenía 2.400.000, una pila de fichas que fue creciendo y creciendo hasta incorporar todas las del estadounidense.

En su último scoop, Danzer abrió con tres diamantes, pero completó con pareja de reyes. Racener no tenía más que una dama al principio, que acompañó con otra en sexta. Seguro que hubiera preferido que fuera una carta que le diera outs para splitear con jugada baja, pero se lo jugaba todo a doblar uno de sus kickers en séptima, sin suerte.