La última rareza de Guy Laliberté nos confirma su identidad en FTP
No vamos a descubrir a estas alturas que Guy Laliberté, fundador y dueño del Circo del Sol, tiene una mentalidad inquieta y algo soñadora, que le ha llevado a vivir experiencias muy particulares, siempre, claro está, con la ayuda de su inmensa fortuna.
En 2009 se convirtió en uno de los primeros civiles en viajar al espacio a bordo de la Soyuz TMA-16, demostrando cuán grande es su pasión por el espacio. Hoy nos enteramos de una nueva situación que evidencia esto.
Este verano, a Laliberté le ha dado por construir un monumento público frente a su mansión de Ibiza. Éste se compone de 13 gigantescos monolitos de basalto, el más grande de todos ellos en el centro del circulo que forman los otros doce, de 20 metros de altura y con un baño de oro de 23 quilates. Pero, ¿qué significa? Al parecer, el canadiense lo que ha intentado construir es una brújula para ovnis (WTF).
Según leemos en El Mundo, esta construcción sin licencia apareció tan de sorpresa, que costó a Laliberté un expediente de infracción urbanística, con el consiguiente desencanto de grupos ecologistas al encontrarse situada a escasa distancia del mar.
Concretamente, se encuentra cerca de Cala Llentía, frente al islote Es Vedrà, un lugar que según la esposa de Laliberté “a ambos nos encanta contemplar desde casa porque posee vibraciones magnéticas muy fuertes”. ¡Y aquí es donde viene la madre del cordero!
Tiempo atrás, cuando en España todavía podíamos jugar en las salas internacionales, campaba por Full Tilt Poker un personaje enigmático y anónimo, que a menudo buscaba acción en las mesas de límites más altos, enfrentándose a oponentes como “NoPasaran”, “basbus”, Luke Schwartz, Dwan o Patrik Antonius entre otros.
Su aparición data de septiembre de 2010 y dejó de frecuentar las mesas en junio de 2011. Se puede decir que fue una buena “regadora”. En las mesas de PLO 300/600 y 200/400, llegó a perder 2,7 millones de dólares, para el encanto de los tiburones del lugar.
Este enigmático jugador, aparecía en FTP con el nombre de “Esvedra” y conectado desde España. Por entonces ya se empezó a especular con qué jugador se escondía al otro lado del monitor. Ahora parece bastante evidente afirmar que aquel “Esvedra” era en realidad una de las múltiples cuentas de Guy Laliberté en el mundo del poker online.
A los más veteranos de entre nuestros fieles les hará especial ilusión conocer el desenlace final de uno de los episodios que más trolleo ha generado en nuestros foros. R.I.P. Joaquín.
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