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Tony G, el gambleo en su máxima expresión

Antonio Romero | 20/02/13
Tony G, el gambleo en su máxima expresión
El pecualiarísimo Antanas Guoga cuenta en su blog su última visita a la República Checa, donde dejó que las ciegas se comieran su stack en el High Roller para jugarse millones de euros con el dueño del casino.

 

La última visita de Tony G al que él considera como el mejor casino del mundo, el King's Casino de Rozvadov, en la República Checa, quizá no dé para una novela, pero es más que de sobra para un relato corto como el que el señor Guoga publica en su blog.

Todo en Tony G se antoja excesivo; su verborrea, su afán de protagonismo, su competitividad y, por lo que se desprende de su propia pluma, el desapego al dinero.

A las puertas del King's Casino le estaba esperando el dueño del establecimiento, Leon Tsoukernik. Los dos acabarían enfrascados en una cruenta batalla heads-up que sufriría una escalada en niveles y en coste por mano que alcanzaría proporciones dantescas.

El primer día, Tony G se apuntó al torneo High Roller de 10.000€ con recompras. Tuvo que rebuscar en la cartera para una segunda entrada, pero se clasificó para el día 2 con un stack cercano a la media.

Tras acabar de jugar el torneo, era el momento de visitar a su amigo y empezar a jugar Pot Limit Omaha 2.000€/4.000€. Desde su propio y experto punto de vista, Tony empezó a jugar horriblemente mal, de vergüenza, y se retiró con unas pérdidas de 500.000€.

La maratón de poker dejó sus secuelas en Tony, que no se encontró con ganas de continuar el torneo. Así que su stack valorado en algo más de 20.000€ se repartió entre sus rivales ante a ante y ciega a ciega, mientras Guoga recuperaba fuerzas y se relajaba celebrando el día de San Valentín con su novia.

El día de descanso, lejos de lograr el efecto deseado en el juego del bon vivant de origen lituano, fue la antesala de una derrota doblemente onerosa. La factura que le estaba preparando el dueño del casino aumentó nada más y nada menos que en otro millón de euros.

Como hacen los buenos degenerados, Tony arregló una subida de niveles... ¡hasta 5.000€/10.000€! Tony siguió perdiendo dinero hasta que le quedaron 100.000€, a 15 minutos de que despegara su jet privado.

El último recurso del gambler es el doble o nada; en este caso el all-in sin mirar. Leon Tsoukernik accedió a los deseos de su amigo y cliente y milagrosamente los 100.000€ de Tony G se acabaron convirtiendo en 1,85 millones de euros.

¿Y cuál es la lección que ha sacado Tony de todo esto?

Deja que las ciegas se coman tu evento de 10.000€ con recompras y guarda las energías para la remontada...

Ya sabes. Si alguna vez te corroe la duda entre jugar el día 2 de un High Roller o remontar medio milloncejo que hayas perdido en una noche loca, Tony G es tu hombre.

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