Steve Gee, el oldschool de los October Nine
Steve Gee es el jugador más experimentado de los October Nine, tanto por edad, 57 años, como por pura experiencia en las mesas de juego. Comenzará la final en quinta posición con 16.860.000 (56bb).
Este californiano de origen chino ya jugaba de forma profesional al poker en los años setenta, especializado en las modalidades lowball.
Tras unos años como profesional, Steve desapareció de la escena para licenciarse en ingeniería informática y trabajar durante más de treinta años para una administración de California. Apenas un año después de su vuelta, en 2010, se hizo con su primer brazalete en el Evento #13 de las WSOP.
Ahora ha vuelto a por más. Sepamos algo de él gracias a la entrevista que le han hecho los periodistas de WSOP.
¿Puedes contarnos un poco sobre tu historia?
Soy de Sacramento, California, pero originario de China. Era jugador profesional de poker en los años setenta, cuando tenía veinte años y jugaba Lowball. A los 22 estaba jugando las partidas más grandes que había. En esa época, yo era el más joven de la mesa siempre. El poker no era tan popular como hoy día. Ser un jugador de poker era como ser un buscón de billares (Nota del traductor: un buscón de billares era una persona que se disfrazaba de “fish” siendo bueno jugando al billar para acabar apostando mucho dinero).
Jugábamos en el club Oaks, 60$/120$ Limit. Yo era el único tío en la veintena ahí. Algunos tenían trentitantos, otros cuarenta. La mayoría más de cincuenta. El mundo ha cambiado ahora. Vas a la sala de poker de un casino de hoy y casi todo el mundo tiene veinte años.
Volví a la Universidad y me licencié, me casé y trabajé en un trabajo normal, ya sabes, de 8 a 5. En 2008 dejé mi trabajo para jugar a poker a tiempo completo. El poker era muy popular en ese momento y yo quería ganar un brazalete de las WSOP. No quería esperar hasta los setenta.
¿Tienes otras aficiones o intereses?
Me encanta jugar al poker pero mi pasatiempo favorito es el tenis. Soy un ferviente jugador de tenis. De hecho, me gusta más que el poker, pero no son actividades muy compatibles. Si me paso toda la noche jugando al poker no puedo levantarme a las diez de la mañana para jugar al tenis. Además, nadie te paga por jugar al tenis.
Siendo como eres el jugador más veterano de la mesa, ¿crees que estás en desventaja?
No creo que haya ventajas o desventajas. Soy más viejo, pero disparo tan rápido como los jóvenes.
¿Cómo conociste el poker?
Llevo jugando al poker desde que tenía doce años. Con céntimos y monedas, vaya. Cuando dejé la universidad por primera vez, uno de mis amigos me llevó a un casino. Jugamos la partida de NL200 y me enganché. A partir de ahí, le dedicaba 50-60 horas a la semana a aprender a jugar.
Ya ganaste un brazalete en 2010. ¿Qué diferencia hay entre eso y hacer mesa final en el Main Event?
No se puede comparar. En 2010, fue lo máximo para mí. Fue el mejor verano de mi vida y mi mayor logro en el poker, creía que nada podría superarlo nunca. Pero este verano ha sido aún mejor. El Main Event es el mayor torneo que hay. Es el único torneo que puede cambiar tu vida, literalmente.
¿Cuánto tiempo llevas jugando el Main Event?
Los últimos cuatro años. Este es el primero en el que he entrado en premios.
¿Qué ha sido diferente este año respecto a los anteriores?
Voy a ser sincero contigo. En 2009, 2010 y 2011 estuve muy contento con mi juego. Jugué todo lo bien que se puede jugar al poker, pero me llevé un bad beat cada año. Siempre acababa hundiéndome. Uno de los años acabé all-in en el turn con top set y me hicieron color en el river. Este verano creo que no he jugado tan bien como esos años, pero he tenido más suerte.
¿Ha habido un punto concreto en el torneo en el que empezaras a pensar que podrías llegar a la mesa final?
Al principio de cada día pensaba que no llegaría al final de ese mismo día. Algunos amigos vinieron a apoyarme desde el día 1. El día 6 tenían el vuelo de vuelta y les dije que se fueran, que no tenía muchas fichas. Cada día iba pasando con veinte o veinticinco ciegas. Siempre en la UVI. Siempre les decía: “Si no me eliminan, seguiré jugando, pero si me echan, nos vamos a cenar por ahí”. El punto de inflexión fue el día 7. Quedaban unos veinte jugadores y yo volvía a estar corto con unos cuatro millones. Acabé all-in con ochos, el de mi izquierda pagó con dieces y la ciega pequeña fue all-in con AK. Al ver las manos, recogí mis cosas y me preparé para irme. Pero el flop 567 me dio proyecto de escalera. En el river cayó un 4 y me tripliqué. A partir de ahí, seguí ganando fichas.
¿Cuáles son tus planes hasta octubre?
Me voy a casa y pasaré un tiempo con mi familia y mis amigos, un par de semanas. Luego me iré a Los Angeles a jugar. Además, quiero jugar muchos torneos. No tengo un gran currículum en torneos porque casi siempre juego partidas de cash, pero voy a jugar más torneos en el futuro.
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