Un psicólogo clínico habla sobre poker
El profesor Daniel DeBrule, de la Universidad South Bend de Indiana, da clases de psicología clínica durante el año escolar. Sin embargo, cuando llega el verano, pasa a impartir un curso en el que tiene mucho que ver su mayor afición: el poker.
Durante varios años, DeBrule ha compartido sus conocimientos psicológicos aplicados al poker con grupos de universitarios en un curso llamado “Poker: conceptos conductuales, clínicos, cognitivos y sociales”.
DeBrule cubre en el curso aspectos como las reacciones humanas ante diferentes aspectos del juego y las principales motivaciones de un jugador. Según el doctor, a pesar de que se ha hablado mucho sobre la importancia de la psicología en el poker, no es que se haya ahondado mucho en lo formalmente académico.
Los compañeros de CardPlayer se han puesto en contacto con él para entrevistarle y, las respuestas del doctor DeBrule no tienen desperdicio alguno.
Uno de los motivos por los que la gente decide dedicarse al poker es porque no quieren un trabajo de 40 horas a la semana. Como psicólogo, ¿qué opinas de esto? ¿Qué tipo de personas se ven atraídas por el poker?
Bueno, este dato sugiere que los jugadores que se lo toman en serio valoran mucho su autonomía. Muchos jugadores buscan emociones y quizá disfrutar de nuevas experiencias en la vida. Les gusta viajar mucho y los desafíos. De algún modo, trabajar 40 horas a la semana es algo monótono porque, al menos al principio, la gente está haciendo lo mismo una y otra vez. Aunque esto es común en una mesa de poker, un jugador puede jugar a muchos juegos diferentes. Supongo que también pasa que mucha gente no cree que sus capacidades se correspondan a los trabajos que suelen desempeñar.
Una máxima del poker es no dejarse llevar por los resultados. Resumiendo: si tomas la decisión correcta no deberías estar preocupado por el resultado. ¿Cuesta trabajo asimilar esto?
Esto es especialmente problemático para jugadores que no tienen mucho equilibro emocional y que pueden perder el control en un determinado momento. El problema disminuye cuando el jugador pasa tiempo fuera de las mesas y medita sobre las manos. No dejarse llevar por los resultados requiere mucha experiencia. Los que mejor pueden lograrlo son aquellas personas que, por su personalidad, tienen un componente lógico más predominante que el emocional o sensible. A la larga, eso sí, muchos jugadores tienen sus hojas de cálculo para asegurarse de que están obteniendo buenos resultados.
¿Crees que la sensación de tener el control lleva a la gente a jugar?
Tener el control sobre tu propia vida, donde estás y cuánto tiempo inviertes en cada cosa es algo valioso para un jugador. Curiosamente, a lo largo de la historia y según nuestros estudios empíricos, a los jugadores que creen que tienen el control y que dominan por complejo el juego les suele ir peor que a los que no lo creen.
Han habido varios estudios de terapia de grupo en Canadá para personas que tenían algún tipo de adicción al juego. Lo que han descubierto es que el concepto de azar - es decir, que los resultados en las mesas están condicionados no solo por tu juego sino también por factores aleatorios - hace que los jugadores, en general, obtengan mejor rendimiento.
Con esto quiero decir que, a pesar de que tener el control de tu vida es una gran motivación, deberías tener una perspectiva realista acerca de cuánto puedes controlar tus resultados.
Hablemos sobre la superstición en el poker, en contraposición a “tener el control”.
La superstición en el poker es consecuencia de un rasgo de personalidad. También puede tener que ver con el estilo de juego. La gente supersticiosa suele ser introvertida. Estas conductas provocan la ilusión de que tienes el control de lo que va a pasar, ilusión bastante peligrosa si se llevan las cosas demasiado lejos.
¿Cómo afectan las malas rachas al estado de ánimo?
Bueno, como soy un psicólogo clínico y tengo clientes en terapia semanalmente, sabiendo cómo reacciona la gente con el fracaso y los resultados negativos, la respuesta más típica consiste en entrar en una espiral descendente. Los pensamientos empiezan a ser más negativos y se empiezan a multiplicar los hábitos negativos. Empiezan a estar mucho más frustrados en las mesas de forma que otros jugadores pueden jugar de forma más agresiva contra ellos.
Empiezan a jugar manos de forma distinta a como lo harían habitualmente. Esto redunda en la típica mentalidad “hoy no es mi día”. En definitiva, un cículo vicioso.
La gente que goza de equilibrio emocional y no se deja llevar por estos pensamientos negativos puede recibir unos cuantos bad beats sin que le afecte en absoluto.
Por otro lado, para la gente susceptible esto puede provocar no solo que jueguen peor en las mesas, sino que afecte de forma negativa fuera de ellas.
A veces parece que algunos jugadores se vuelven más tímidos después de una serie de bad beats, como si presintieran que las cosas van a seguir saliéndoles mal. ¿Se siente intimidado un jugador cuando la fortuna le trata mal?
Por supuesto. Empiezan a ser mucho menos agresivos y a tener más aversión a los riesgos. La excepción es el jugador que entra en tilt. Para algunas personas esto supone volverse excesivamente temerarios y empiezan a regalar sus fichas. En este punto es en el que la psicología es extraordinariamente valiosa para un jugador de poker, ya que conocemos una serie de técnicas y enfoques que realmente pueden ayudarle, incluso si tienen serias dificultades para mantener el control en las mesas.
Hay un tratamiento específico llamado terapia dialéctico-conductual que puede ser el antídoto al tilt. Siendo optimistas, con el tiempo habrá más investigaciones sobre cómo nuestro enfoque psicológico puede ayudar al jugador. No hace falta que alguien sufra depresión clínica o que haya perdido la cabeza para poder beneficiarse de un proceso terapéutico.
Por ejemplo, muchos golfistas tienen psicólogos deportivos. Muchos jugadores de poker contratan coach motivacionales. Un psicólogo puede ser realmente útil para ayudar a prevenir el tilt.
Hablemos sobre la sensación de estancamiento.
Hace unas décadas se llevó a cabo un estudio que indicaba que la mayoría de la gente estaría dispuesta a correr riesgos para evitar pérdidas, pero no para obtener ganancias.
En definitiva, la conclusión fue que la gente tiene miedo a perder. Perder 50$ es mucho más doloroso que ganar 50$ positivo. Muchos jugadores conocen esa sensación. Cuando tienes una buena racha es fantástico y lo disfrutas, pero no se te suele contagiar ese estado de ánimo fuera de las mesas.
Sin embargo, si tienes una racha horrible y pierdes una cantidad respetable, te costará trabajo quitártelo de la cabeza.
Si sientes que esto te está pasando lo mejor es cambiar la mentalidad o tomarse un descanso. No solemos reflexionar en los días buenos. Además, mantener una mentalidad a largo plazo es muy bueno para evitar ese sentimiento de estancamiento, que es muy destructivo para los jugadores.
Es muy común ver a los jugadores usando un iPhone o un iPad para pasar el rato mientras le reparten la siguiente mano. Parece que tiene que ver con el ritmo de las partidas en vivo, especialmente para jugadores que vienen de Internet. ¿Qué opinas de esta necesidad de actividad constante?
Esto encaja en psicología con uno de los conceptos que más se utilizan en terapia hoy en día, el concepto de “atención plena”. Si la gente no consigue tener toda la atención enfocada hacia la mesa, no podrán captar “tells”, observar patrones o pensar en cómo están jugando y sus sensaciones. Y, lo que es peor, no están disfrutando la experiencia.
La “atención plena” es un concepto que intentamos trasladar a mucha gente, ya sea jugando las World Series of Poker, estando en un barco en el mar o en una cena con los amigos o familia. El objetivo es extraer lo máximo de cada experiencia.
Este problema es mucho más común en gente joven. Hoy en día estamos abrumados por la tecnología, pero esto es algo que debemos superar con el tiempo. Si sabemos valorar lo que estamos haciendo en cada momento, podremos dejar lo demás de lado.
Por norma general, si un jugador es incapaz de quitarse los cascos y prestar atención a lo que está pasando, puede ser un síntoma de que no están tan concentrados como deberían o que no tienen la suficiente paciencia.
¿Crees que alguien con experiencia jugando muchas mesas online puede tener problemas de concentración en vivo?
Por supuesto. Ese es el motivo por el que algunos sienten que necesitan estar activos todo el rato. En este aspecto, el conductismo tiene mucho que ver. A algunos los han destetado jugando al poker online y están condicionados por el hecho de jugar muchas mesas a la vez y un porrón de manos. Su conducta se ha reforzado. Como los animales o cualquier otro organismo, es lo habitual para ellos e intentan recrearlo.
Tiene sentido que esto esté pasando más y más a menudo ahora, ya que mucha gente ha dejado de jugar online y se ha pasado al vivo. Hay muchas iniciativas para legalizar el poker online. Quizá haya gente a la que se le dé mejor la multitarea y ese formato sea mejor para ellos que el poker en vivo.
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