Los políticos franceses rechazan la liquidez compartida

20 minutos es el tiempo que PokerFuse indica que le dedicaron los políticos franceses al estudio y votación de la vital enmienda a la Ley del Juego que permitiría al poker online francés compartir liquidez con otros países.

La votación negativa al proyecto y la renuncia del presidente de la Autorité de Régulation des Jeux En Ligne (ARJEL), Jean-François Vilotte dejan en coma al maltrecho poker online francés, lastrado por una fiscalidad brutal que ha obligado a cerrar a docenas de operadores y ha hecho escapar de las salas a miles de jugadores.

El abandono del presidente Vilotte puede certificar la muerte del juego online en Francia, pues a lo máximo que pueden aspirar los jugadores franceses es a que su sucesor mantenga exactamente la misma postura e ideas que su predecesor.

Precisamente fue ARJEL, el regulador francés, la última instancia a la que se solicitó asesoramiento al respecto de una posible modificación de la Ley del Juego. Como en los últimos tres años, las directrices del máximo órgano del juego en Francia fueron rebajar impuestos para recaudar más y abrir el mercado a los vecinos que los esperaban con los brazos abiertos, España e Italia.

Entre las razones ofrecidas por los representantes del partido en el poder para rechazar de plano la enmienda encontramos el miedo a que se dificulte el control del fraude y del lavado de dinero a través del juego y la imagen de “un ogro que se vuelve incontrolable y al que hay que alimentar con cada vez más y más liquidez de mercado”.

El miembro de la oposición Damien Abad, echó en cara a sus rivales políticos el desprecio a la opinión expuesta por el regulador.

Ustedes mismos fueron los que pidieron la opinión de ARJEL… que dijo muy claramente que se puede conseguir una apertura controlada y mantener las mesas de poker dentro de la regulación. Pero en realidad, esto no lo quieren.

Los jugadores que se marchan hoy son jugadores habituales de poker... muchos se marcharán a salas ilegales.

Es probable que varios operadores que estaban aguantando pérdidas para mantener su presencia en un futuro mercado más amable en el ámbito fiscal y de mayor tamaño gracias a la liquidez compartida con otros países, abandonen ahora sus planes de mantenerse abiertos al público francés.