Ka Kwan Lau queda cuarto en el imparable debut de Julian Track

El desenlace del PokerStars European Poker Tour Praga nos recordó demasiado al del EPT Barcelona de 2011, donde un alemán despistado, del que nadie sabía nada y probablemente no sabrá jamás, se llevó una pica que tenía más color español que nunca.

Utilizamos semejante descripción de Julian Track, que así se llama el jugador teutón, porque él mismo reconocía que su primer torneo en vivo le estaba aburriendo enormemente y no hizo nada por ocultarlo frente a las cámaras de televisión que grabaron su triunfo, porque su victoria fue incontestable.

Julian llegaba chipleader después de ganar un flip desmesurado en la víspera, en la mano más polémica de los últimas ediciones del EPT.

En un principio, la baraja no parecía querer a Ka Kwan Lau en la mesa. En la primera mano le daban KK, y perdía puntos con ella, y en las siguientes dos órbitas tenía que esquivar premium tras premium y color tras color haciendo folds muy complicados para pasar a ser el shortstack del torneo.

El recipiente de la mayoría de esas premiums era Max Silver, al que entre otras le dieron ases tres veces en las primeras 50 manos, aunque el primer eliminado, Jorma Nuutinen cayó a manos de Stephen Chidwick.

Giorgios Sotiropoulos era el único jugador que podía disputarle a Juanito el dudoso honor de ser el peor tratado por la baraja, teniendo que foldear cada vez que 3beteaba ante la 4bet de sus rivales, que siempre llevaban mano. Su mala racha se agudizó cuando Ka Kwan por fin empezó a encontrar cartas y se dobló a su costa con  AsQd contra  AcJc.

Zdravko Duvnjak fue víctima de Ole Schemion en séptima posición y la partida se rompió en dos. Chidwick, Silver y Track se movían por encima de las 100 ciegas y Kaju, Schemion y el griego Sotiropoulos rondaban las 30.

A partir de ahí Kaju se convirtió en "AKaju", y varias combinaciones distintas de esa mano le permitieron superar los 5.000.000 de puntos sin tener que llega al showdown, casi siempre con 4bets incontestadas.

En ese momento, la imagen de Ka Kwan Lau era la mejor de la mesa. Sus rivales habían comprobado con el raíl lo bien que había manejado las difíciles situaciones que se le habían presentado al principio y se notaba mucho respeto hacia el español.

La buena estrella que había acompañado a Max Silver en los últimos tres días se apagó de repente en el nivel 29, y pasó de ser el segundo mayor stack a caer en quinta posición a manos de su compatriota Stephen Chidwick. 

Nos íbamos al descanso con la sensación de que lo peor había pasado y que Kaju estaba metido en la pomada, con un ojo puesto en Stephen Chidwick, favorito para muchos de nosotros, y otro en Track, al que se le había visto dubitativo postflop.

Nos perdimos buena parte del siguiente nivel por problemas técnicos y cuando volvió la señal, Track triplicaba al resto de la mesa, con casi 14.000.000 de puntos frente a sus cuatro rivales, que se movían entre las 30 y las 45 ciegas de Kaju, segundo por aquel entonces con 4.700.000.

Uno de los traspiés de Track casi devuelve la vida al otro tiburón que quedaba en la mesa. Sotiropoulos abría una mano que el chipleader 3beteaba con  7d7h. Ole Schemion declaraba all-in con  TsTd. La apuesta era siete veces lo que Track había metido en el bote, pero este hizo el call.y eliminó a ljugador que representaba a Austria con un 7 en el turn.

Poco después llegó la mano decisiva para Kaju, un bote que le enfrentó al griego Sotiropoulos. El español defendió  QhJd y se decidió por el calldown en un flop  Js5d2d ante un especialista online que destacó toda la noche por su agresividad. El turn y el river fueron dos ases y la carta doblada ayudó a que Juanito pagara la tercera apuesta y perdiera la mitad de su stack frente a  AsKd.

Ka Kwan Lau se fue a cenar como shortstack y, aunque se dobló frente a Track una vez, no abandonó esa posición antes de caer frente a Sotiropoulos. De nuevo, el español ligó pareja máxima en el flop y el griego le superó en el turn ligando dobles. Esta vez, no hubo escapatoria y Ka Kwan Lau caía en cuarto lugar, con un premio de 283.800€.

Quizá fue esta última fase de juego, en la que pagó apuestas y resubidas por valor en spots muy complicados, la que se quedó más grabada en la mente de Kaju, que agradecía el apoyo de la afición en una serie de tuits excesivamente autocríticos para el recital ofrecido en las primeras fases del torneo, pero precisamente por eso, por su exigencia y perfeccionismo, es uno de los más grandes de nuestro poker.

La verdad es q me pudo un poco la presion, no tuve ninguna decision facil y se me vino grande, desde la mano 1 se me complico todo y todas..

— kaju (@Kaju85) diciembre 18, 2013

las decisiones fueron complicadas, no es escusa pero todo suma para no haber encontrado hoy mi juego, mañana seguro estare mas contento

— kaju (@Kaju85) diciembre 18, 2013

Gracias por los apoyos, de verdad q en esos momentos en q nada sale, es leer twitter y sacar fuerzas de donde sea para resurgir. Grandes !

— kaju (@Kaju85) diciembre 18, 2013

Estamos seguros de que hoy el sentimiento es distinto, y si bien la decepción siga presente por lo bien que se llegó a poner el torneo, ese “me vino grande” le parecerá tan exagerado como al resto de los que vimos su actuación.

El despegue de Sotiropoulos se llevó por delante también a Stephen Chidwick, otra víctima de lo bien que trataban las comunitarias al griego. Esta vez, el inglés, el único que introdujo el limp en su estrategia, inició una guerra de ciegas completando con  AhTc y fue all-in cuando su rival resubió  KdQh.

Ese fue el momento en que Sotiropoulos estuvo más cerca de la pica, con 13.500.000 puntos frente a los 16.500.000 de Track, ya que el heads-up se inclinó hacia el alemán desde un principio. Aprovechó para firmar un gran pacto y sacar el mayor rendimiento posible a sus fichas, aunque la fase final quedara un poco descafeinada.

Las dudas postflop de Track desaparecieron gracias a los generosos flops que le tiraron y demostró ser incluso más agresivo que Sotiropoulos preflop, así que la ventaja se fue ampliando y ampliando hasta el punto que las dos dobladas postreras del griego no tuvieron la más mínima relevancia para el resultado final. Y eso que Giorgios estuvo magistral.

La ventaja de Track era demasiada y la pica llevaba ya su nombre.

La siguiente cita con el EPT no se hará esperar demasiado. La oportunidad de revancha nos llegará en Bahamas, la PokerStars Caribbean Adventure, a partir del 7 de enero de 2014. A ver si allí se rompe por fin nuestra maldición.