PartyPoker Premier League: "Amatos", a un river del sueño

Al final no pudo ser. Tomeu Gomila “Amatos” quedó eliminado en tercera posición de los playoffs que significaban el pasaporte para una de las dos plazas vacantes en la alineación de la PartyPoker Premier League V.

La entrada de 125.000$ fue a parar a manos de Matt Frankland, que derrotó en el heads-up al italiano Giovanni Rizzo, el encargado de cerrarle el paso a Tomeu.

Ahora mismo cuesta imaginar la repercusión que podría haber tenido la presencia de Tomeu Gomila en un evento como la Premier League V. Es muy probable que la carrera de "Amatos" hubiera dado un gran salto. Y si la llega a liar con Tom Dwan, Vanessa Selbst, Bertrand Grospellier “ElkY” y el resto de la tropa, mejor ni pensarlo.

Es complicado sentir rencor hacia Giovanni Rizzo. El italiano, que al igual que "Amatos" juega patrocinado por PartyPoker a nivel local, tuvo la suerte de cara en dos manos legítimas en las que cualquiera hubiera actuado igual. Además, Rizzo compartió con nosotros el taxi desde el hotel al casino Montesino, mostrándrose muy afable y cercano, como puedes comprobar.

Una vez acabado el trayecto, era hora de pelear por posicionarse de cara a la fase definitiva del torneo. Sólo había un premio y Tomeu empezaba como uno de los shortstacks.

1. Peter Muehlbek 922.000
2. Mathew Frankland 887.000
3. Antony Lellouche 557.000
4. Dmitry Tretyakov 519.000
5. Tomeu Gomila “Amatos” 394.000
6. Giovanni Rizzo 321.000

Como me avisaban durante el trayecto hacia el casino, el francés Antony Lellouche iba a ser un gran problema para el resto de la mesa. El galo se mostró extraordinariamente activo ya desde el principio, bien secundado por Peter Muehlbeck.

Hubo una jugada especialmente tensa en este acelerado comienzo en el que no se veía un solo flop. Tomeu le metía la quinta apuesta a Frankland, que esquivaba los reyes que el mallorquín esperaba como agua de mayo para doblarse lo antes posible. El bueno de Tomeu le cantaba los naipes a su novia Paty por señas, decepcionado por la oportunidad que se le había escapado.

La aparición de las primeras comunitarias sobre la mesa me dio la primera pista de las dificultades que tendríamos para seguir la partida a través de la realización del torneo. Se agradece la invitación y la experiencia ha sido muy grata, pero quizá haya algunos aspectos técnicos que mejorar.

Con la subida de nivel empezamos a ver al Amatos que nos gusta. Tomeu empezó a darle trabajo al croupier, que tuvo que hacer memoria para recordar cuantas calles se reparten en el Texas Hold'em y nuestro compatriota pudo demostrar por fin lo cómodo que se encuentra jugando postflop. Entre bote y bote, Amatos reanudaba su comunicación muda con Paty. Abre Tomeu, resube Lellouche, call. Check-check en el flop, nada cambia en el turn, ataca de cara Amatos y se lleva el bote. Mirada a su novia, un gesto. Llevaba aire.

El primer jugador en esparcir todo su stack en el centro del tapete fue el ruso Tetryakov, con AK. Mal cliente tenía, el francés Lellouche. No creo que hubiera nadie en la mesa que le hiciera ascos a un rey o un as en el flop que pusieran al ruso por delante de los dieces de Lellouche, culo de bastante peor asiento que Dmitry. Mientras se confirma la primera eliminación, Amatos nos dice que se pensó un buen rato en meter la cuarta por detrás, pero decidió foldear jotas. Como la que cayó en el flop. Lástima.

Rizzo se doblaba contra Lellouche, ¡Tomeu ya estaba segundo! Stacks igualadísimos en torno a los 700.000 puntos y Muehlbeck con 850.000. Las ciegas estaban aún en 7k/15K. El primer objetivo estaba cumplido. Estábamos metidos de lleno en la pelea.

Lellouche y Muehlbeck se enzarzaban en una mesa 3J75. El river debió ser interesantísimo porque la mano terminó con Lellouche contando sus fichas con los dedos de una mano y el austriaco ocupadísimo en apilar casi millón y medio de puntos, pero la preproducción televisiva no pudo mostrárnoslo. Consultando el blog de PartyPoker compruebo que tampoco es que importara demasiado, Lellouche estaba haciendo una apuesta masiva de farol y Muehlbeck se jugó todo el stack con tercera pareja.

La subida de ciegas llevó la partida a un terreno un poco menos favorable para Amatos, que mientras tuvo margen para moverse postflop, dominó la mesa a placer. Ahora Matt Frankland,  que estaba sentado a su izquierda, le estaba poniendo muchos más problemas. El protagonista nos daba su versión de la acción en el primer descanso.

Lellouche estaba señalado para abandonar la mesa. El francés se escapó una vez del AK de Muehlbeck, doblándose con T9. La segunda vez que el austriaco le puso All-in con la misma mano, tenía un as dominado y terminó entregando sus últimos 250.000 puntos.

La primera mano clave del Sit la jugaron el chipleader y Matt Frankland. El británico bien pudo quedar eliminado cuando fue all-in contra Muehlbeck con cuarta pareja aprovechando un proyecto de color que se le abría en el turn. Si dos ochos son suficientes para pagar un allin en el river para el austríaco, te puedes imaginar que no tenía pensado tirar la pareja máxima que había ligado en el turn. Un tercer trébol en el river intercambió las posiciones de ambos rivales. Frankland se puso primero con 1.500.000 de fichas y Muehlbeck se quedó con 750.000.

Frankland echó un poco el freno, con el bastón de mando ya en la mano y Tomeu pudo volver a sus labores de zapa. Los botes que robó le permitieron colocarse por encima de Muehlbeck y cubrir al austriaco cuando este quiso rerrobarle con KJ un bote legítimamente abierto por el mallorquín con QQ.

El paciente sufrió aquí su primer amago de infarto. El flop, asqueroso, puso por delante a Muehlbeck con dobles parejas, AJK. El turn fue intrascendente. Y, justicia divina, el diez quiso hacer su primera aparición estelar en el river, ofreciendo un trailer de lo que sería su mucho más dramática entrada en escena media hora más tarde.

Con la oposición reducida a dos jugadores y un carro de fichas para atizar, Amatos sacó todo el repertorio que tiene preparado para las burbujas e iba señalando con sus continuas apuestas el incesante ritmo con el que crecía su stack.

Tomeu llegó a ponerse con 1.865.000 puntos, más de la mitad de las fichas en juego. Luego perdió un par de botes.

El italiano Rizzo limpeó desde el botón y Amatos atacó la debilidad de la jugada con AJ de picas. Giovanni había preparando una pequeña trampa con dieces y las fichas terminaron en el centro de la mesa.

El flop, J74, ponía a Amatos por delante y el cielo se abría ante nuestros ojos. Teníamos el heads-up en nuestras manos, Rizzo quedaba eliminado -cae el turn, un ladrillo- y Tomeu superaba los dos millones de puntos. Matt Frankland es un hueso duro de roer, pero...

Mientras las cuentas de la lechera se desarrollaban en mi mente, la carta estrella del día, el 10 en el river, nos encoge el corazón. La mano era para Rizzo.

Pese a todo, no había nada perdido aún. Pero el mazazo había sido muy fuerte. Amatos ve un as en su mano, A6, y no duda en intentar rerrobar un bote abierto por el italiano. Está dominado por el AJ de Rizzo. Las comunitarias caen como a cámara rápida. El pensamiento se aleja de esta mano para volver al puñetero 10 del river.

Amatos está muy jodido. ”No te puedes imaginar las que les he liado en todas esas manos”, me dice. En diez minutos se había acabado todo. Nos fuimos a hacer una última entrevista, dejando a Frankland y Rizzo a lo suyo. Luego nos enteramos que sólo tardaron unas pocas manos en recibir un as cada uno en ir para adentro. Frankland tenía mejor kicker, pero Rizzo volvía a ser salvado en el flop. La suerte se le acabó en el turn, cuando el británico también ligó pareja. Y ahí se acabó este playoff.

Sabía que esta última entrevista acabaría llegando pero nunca te puedes imaginar las circunstancias concretas. El lenguaje corporal de Tomeu le traiciona un poco al principio, durante la introducción, pero en cuanto se pone a hablar de poker surge la experiencia y la administración justa y equilibrada de una derrota que acabarán sufriendo 22 de los 24 participantes. Y ya es momento de pensar en el próximo, el WPT National de Marbella.