MGM aglutina contra Adelson a los defensores del poker online en EE.UU.

La creciente actividad alrededor de la campaña para la prohibición del poker online que promueve el dueño de Las Vagas Sands Sheldon Adelson ha provocado una respuesta combinada de diversas personalidades y asociaciones, que se han reunido bajo el paraguas de MGM para crear la Coalición para la Protección Online y del Consumidor (C4COP).

Esta asociación, anunciada por Politico.com, se crea con el único propósito de contrarrestar la campaña de Adelson y su Coalición para Parar el Juego Online (CSIG).

El apoyo financiero, que ya ha servido para comprar espacios publicitarios en diversos medios de los estados de Washington y Nevada por valor 250.000$, corre a cargo de uno de los competidores de Adelson en el negocio del juego, MGM Resorts International, con el apoyo de la American Gaming Association.

A la hora de sacar bíceps, la C4COP puede presumir de haber recibido la adhesión de diversos pesos pesados del partido republicano, el mismo cuyas campañas financia generosamente Adelson, como son los ex-congresistas Mary Bono de California o Mike Oxley de Ohio, presidente del Comité de Servicios Financieros cuando fue aprobada la UIGEA en 2006.

También colabora en la causa el demócrata Jim Messina, uno de los hombres fuertes del presidente Obama, así como el otro gran lobby de jugadores estadounidense, la Poker Players Alliance.

Las llagas causadas por esta nueva amenaza a sus intereses quedaron bien a la vista en la respuesta oficial de la CSIG, que aporta FlushDraw, y que no ahorraba drama alguno a su nota de prensa.

Los que proponen el juego por Internet venden un modelo de negocio que llevará a una deuda creciente y a una pérdida de empleo para la clase media, todo para generar beneficios a gigantes como MGM y Caesars.

La mención a Caesars es bastante gratuita, ya que no existe constancia alguna de su vinculación a esta coalición a favor del juego online.

Ahora mismo, la guerra es declarada y abierta entre Adelson y el resto de magnates del juego estadounidense a excepción de Steve Wynn, que se mantiene a la expectativa a la espera de descubrir la línea más conveniente a sus intereses mientras le echa un involuntario cable al dueño de Las Vegas Sands con declaraciones que muestran su desconfianza sobre el tema..