“Isildur1” y Gus Hansen, ¿a la cola del paro?

Todos somos conscientes de que el poker es una actividad en constante evolución. En las mesas, la apuesta de continuación ya no está de moda; en los circuitos se buscan menos torneos pero más masificados, y en el márketing, la época dorada de los patrocinios empieza a sonar ya a batallita para que la cuente el abuelo.

El mejor ejemplo de esto último es que todo indica que dos de los contratos más importantes en vigor del poker online, los de Viktor Blom y Gus Hansen con Full Tilt Poker pasarán a ser papel mojado a muy corto plazo.

No hay que ser Sherlock Holmes para anticipar la resolución del caso. Como bien se dieron cuenta en la redacción de Pokerfuse, la nueva actualización del cliente de Full Tilt Poker prescinde de la apolínea figura y la cautivadora mirada de Viktor Blom para darte la bienvenida a la sala.

Además, los propios jugadores han dado varias muestras de que no se sienten obligados a representar a la que fue conocida como la sala de los pros: Gus Hansen no se presentó a jugar contra los ganadores de una promoción de la sala y Viktor Blom no lució parche alguno durante el High Roller de 10.000GBP del EPT Londres.

Estas despedidas pueden marcar el fin de una era de la que sus protagonistas fueron iconos. Cuando Full Tilt Poker era la máxima competidora de PokerStars, en la segunda mitad de la pasada década, los responsable de márketing de ambas salas eran capaces de sacarse los ojos por descubrir al nuevo jugador de moda.

Clasificarse para la mesa final del Main Event garantizaba un contrato de patrocinio. Invariablemente, el campeón acababa fichado por PokerStars: Peter Eastgate, Joe Cada, Jonathan Duhamel, Pius Heinz... Las World Series decidieron implantar una normativa que impedía que más de tres de los November Nine llevaran el mismo parche, para evitar suspicacias y amaños, ahora que los jugadors tenían cuatro meses para negociar.

En la otra casa, el número de Red Pros superaba la centena, y a principios de 2010 estuvieron tremendamente listos para amarrar al hombre que estaba detrás de la irrupción más mediática de la historia en los high stakes, Viktor Blom “Isildur1”. El sueco sería protagonista del caso más sonado de traspaso, cuando dejó Full Tilt a finales de 2010 para fichar por la sala de la pica roja.

Cuando PokerStars rescató a Full Tilt, los tiempos en que poner un pro en tu web era tendencia en el poker online empezaban a quedar atrás. De manera simbólica, el que está a punto de romperse definitivamente es el último equipo de superestrellas formado en el poker mundial.

The Rational Group confió en el atractivo de Tom Dwan, Viktor Blom y Gus Hansen para relanzar la marca. El primer divorcio fue con Tom Dwan, que nunca terminó de encajar en el perfil por su reluctancia a la hora de acometer proyectos publicitarios: prefería encerrarse en los salones privados de los casinos de Macao o permanecer en Estados Unidos, donde no podía ni conectarse.

Sin embargo, Viktor y Gus actuaron de acicate para la recuperación de las nosebleeds como símbolo de Full Tilt Poker. Si los regulares escogen esta sala para jugar botes de cientos de miles de dólares, ¿qué debería temer un microlimitero? Pero eso se ha acabado. Hansen lleva más de un mes sin jugar una mano en Full Tilt, e Isildur1 dosifica sus sesiones con tiento.

Ahora vivimos una época en la que los héroes del poker se forjan en los streamings y en las aguas abiertas del poker online, tiburones sin domesticar como Dan Colman u Ole Schemion. Al menos, las colecciones de parches tomarán más valor sentimental.