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Frederik Jensen gana el EPT Madrid 2012. Ricardo Ibánez, quinto

Anónimo | 17/03/12
Frederik Jensen gana el EPT Madrid 2012. Ricardo Ibánez, quinto
El palentino comenzaba como líder de la mesa final pero caía en quinta posición con un premio de 115.000€. La victoria final fue para el danés Frederik Jensen tras un pacto a tres bandas.

El camino que dejábamos ayer en el PokerStars.com European Poker Tour en Madrid empezó de forma abrupta. Ricardo Ibáñez, que partía como líder de los ocho finalistas, empezaba jugando varias manos, y ganando escaramuzas pequeñas, con confianza en su juego. Trataba de entrar en acción y sacarle valor a su mochila de puntos, la más grande de todos los partcipantes, pero el naipe parecía no estar de su lado hoy. Robaba alguna ciega, pero no le pagaban sus buenas manos y el resto era pura basura.

Y es que los vientos le soplaron en contra en este océano que fue para él la mesa final. Desde que perdió el primer bote grande contra el escocés Frazer MacIntyre la esperanza comenzó a resquebrajarse. Lo que ayer era todo energía y fluir positivo, hoy se tornaba en gestos largos y lánguidos, en flop sin conectar y turns que dolían. Las manos postflop no le estaban siendo favorables y el escocés, que se mostró muy activo todo el día, se colocaba en cabeza.

Pero no pasaba nada, Ricardo aún tenía muchas viandas en su mochila. Su camino era difícil, nadie la había conseguido antes, pero él tenía la determinación suficiente para conseguirlo, pese a la negación del señor Heraclio Fournier, que le hacía coleccionar las cartas más bajas de la baraja mano a mano. De este modo, se encontró inmerso en la primera gran guerra decisiva del día.

Jason Duval ya había caído en octava posición para cobrar 48.000 euros, y había transcurrido un nivel y medio. De nuevo el escocés y Ricardo se enzarzaban en una pelea que comenzó Ricardo con una subida a 135.000 puntos. MacIntyre recogía el guante para ver un flop AQ3 con el arcoiris como color. Ibáñez volvería a la carga. Esta vez fueron 155.000 los víveres que el escocés no dudaba en pagar. Un 2 de tréboles que abría el proyecto de color intercambiaba la acción. Ahora era el escocés quien apostaba 275.000 puntos y la cosa se ponía muy tensa cuando Ricardo decidía pagar. El bote era muy grande y Ricardo estaba en serio peligro si perdía la mano. Una J de tréboles en revesaba la situación aún mas. Pero Ricardo atacaba de cara con 545.000 puntos. El escocés pagaba al tiro, amedrentando a la afición española, hasta que Ricardo mostraba AJ y MacIntyre tiraba sus cartas al mazo boca abajo e Ibáñez ascendía de nuevo al primer escalón de la general.

Además, poco después Nicolás Levi saldría eliminado en una guerra preflop al rico flip. 77 para el rapero francés Bruno Lopes, KQ para su compatriota, que no encontraría ayuda y se caía al abismo de la eliminación en 7º lugar, ganando 69.450€. Las cosas mejoraban para el español.

Era el momento de atacar a unos rivales que estaban debilitándose poco a poco frente a las embestidas de Frederik Jensen, MacIntyre y Ricardo. En una de esas batallas llegó el primero de los momentos clave en la historia de nuestro héroe. Cuando Andrei Stoenescu, muy peligroso y activo durante todo el torneo, se encontraba con poco más de 20 ciegas, Ibáñez trató de tender la trampa decisiva para él. Tejió una tercera apuesta que el rumano no dudo en reenvidar, dejando pensativo a Ricardo, que realizaba un teatro para tratar de sacar información que le costaría una penalización de dos manos.

La regla por la que le penalizaron es la de "forward motion" que reza que no puedes utilizar tu stack para buscar la reacción del rival. Luego se podría haber tirado, pero la sanción hubiera sido la misma, pero Ricardo no estaba dispuesto a foldear ese AJ que buscaría mejorar ante los TT de Stoenescu. El board traería el viento del este, fuerte y recio, y no tendría piedad con Ricardo, doblaría al rumano y dejaría tocado moralmente al español.

A partir de aquí, el camino se hizo muy cuesta arriba. Pese a que el israelí Ilan Boujenah caería poco después, en un bote postflop donde las dobles parejas de AJ del israelí no ligaron nada más en turn ni river y fueron derribadas por la escalera flopeada del rapero Bruno “Kool Shen” Lopes. Esa sería la última buena noticia para el español, que a partir de aquí no conseguiría ni un bote grande. Y todas las manos que llevaba al showdown, fueran botes grandes, medios o pequeños caían en manos de sus rivales. Nuestro héroe parecía desfallecer por momentos, pese a que la ilusión de sus amigos llegados desde tierras pincianas trataban de motivarle, aconsejarle y animarle entre nivel y nivel.

Y es que los saltos de ciegas eran criminales y Ricardo no veía un hombro en el que apoyarse. Trataba de no dejarse ir, meter presión y empujar contra los rivales cargados de puntos en sus mochilas. Pero nada le salía. Tras el descanso, cuando de que los antes se convirtieron en una rampa infernal para los shortstack. Ricardo no aguantó más.

Buscaba la cúspide, lo que nadie antes había logrado, la gloria. No le valía un segundo, ni un tercero, tenía la vista fija en los 545.000 euros del primer premio.

Esta era la situación en el descanso tras el nivel 28.

Quizá la ambición le mató. Pero cuando el rumano, al que anteriormente salvaron las mareas, abría por enésima vez su ciega pequeña contra Ricardo, este se encabritó. Tras muchas manos sin ver algo comestible, el piquito superior izquierdo de la carta de arriba le enseñaba una grafía en forma de A, y eso pareció bastarle. Decidió meter en el centro sus apenas 17 ciegas. El rumano había trazado la trampa con maestría. El acompañante del A de Ibáñez era un 2 pequeñito. Ínfimo en comparación con las QQ de Stoenescu, pero había esperanza y el rail animaba pidiendo el A. Pese a que ese dos conseguí emparejarse, el milagro no se produjo, y una Q en el flop dejaba extenuado, al borde de la muerte a nuestro representante. El turn no fue otro 2 y acabó con la vida de un Ricardo que no tardaría mucho en alegrarse por este gran resultado conseguido y por los 115.000 euros de premio que se llevará a su Palencia natal.

Tras esto, la calma chicha se adueñó del torneo. Macintyre y Stoenescu se miraban el uno al otro desde la barrera, mientras que Jensen y Lopes, los dos más cortos de la mesa, buscaban la forma de sobrevivir y una situación favorable para doblarse.

La mano que consiguió abrir la caja de nuevo fue una en la que la estrella del rap francés Bruno Lopes decidió igualar una resubida de Jensen con pareja de reyes, buscando atrapar al agresivo jugador danés.

Jensen no dudó en acabar All-in con su {5h6c] en un flop favorable,  3d6h7c, envite que el francés, que cubría por poco al danés, aceptó gustoso. Lo que parecía el adiós del jugador preferido de Pastor se tornó en júbilo cuando Jensen ligaba dobles parejas en el turn con el  5c. Lopes se quedaba cortísimo y acababa saliendo a manos del rumano Stoenescu tras ir All-in con AT contra la pareja de damas del chiplíder.

Tras varios minutos tensos en los que Jensen cogió el liderato, el escocés, el danés y el rumano acordaban un pacto a  tres bandas en el que Macintyre, que estaba sensiblemente más corto que los otros dos, se aseguraba 290.000€, mientras que Jensen ya se guardaba 385.000€ en el bolsillo y el jugador rumano de high stakes Stoenescu 330.000€, dejando 110.000€ aparte para el campeón..

Tras el pacto, la tensión bajó muchos enteros y parecía obvio que o bien Jensen, o bien Stoenescu sería el siguiente en caer. Finalmente fue el rumano, que pagaba el All-in del danés con segunda pareja en un flop en el que Jensen tenía un combodraw masivo que acababa completando en el river.

El heads-up tuvo poca historia. Jensen cambiaba de marcha una vez más y liquidaba en apenas 45 minutos al escocés Frazer Macintyre, que pagaba el resto de Jensen con A9 para encontrarse con el AT del subcampeón del Aussie Millions 2010, que se alzaba con la victoria final y 495.000€ por su gesta.

Y, una vez más, tendríamos que ver cómo un torneo lleno de jugadores patrios volvía a escaparse y caer en las manos de un extranjero.

Las damas que tanto nos han dado y quitado a lo largo de esta aventura que empezaba el pasado lunes, nos acababan apartando de la senda de la victoria final. Un resultado que se nos resiste, pero que cada vez parece más cercano. Nuestra armada aprende con cada golpe, y este ha sido duro.

Los vientos parecían favorables cuando arrancábamos con 107 valientes y orgullosos guerreros, que confluyeron sus fuerzas y las entregaron en el camino de Ricardo Ibáñez al que sus amigos felicitaban nada más acabar el torneo y nosotros nos unimos.

Enhorabuena Ricardo. Gran torneo y gran resultado. ¡La próxima vez lo lograremos!

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