Antonio Buonanno gana en el heads-up más largo del EPT
Hoy viernes 2 de mayo, se ponía punto final a la Décima Temporada del European Poker Tour con la celebración de la mesa final de esta PokerStars and Monte-Carlo® Casino European Poker Tour Grand Final, en la que un jugador estaba llamado a suceder a Steve O’Dwyer, quien consiguiera este prestigioso galardón el año pasado.
Eran ocho los protagonistas que se personaba en las dependencias del establecimiento monegasco, con sus miras puestas en el primer premio valorado en 1.240.000€. Nuestro corazoncito y nuestros ánimos iban con el colombiano Mayu Roca, si bien no lo tendría nada fácil si quería aspirar al título.
Mayu finalmente no pudo hacerse con el triunfo. El colombiano se tuvo que conformar con una cuarta posición que supo a poco, después de ver como todo lo bien que había planteado su estrategia en los compases iniciales, se truncaba en un abrir y cerrar de ojos en un triple all-in, en la que pese a tener la mejor mano, no pudo ganar.
Después de largas horas de juego, la victoria final fue a parar a manos de Antonio Buonanno, quien doblegó en el heads-up por el título a un Jack Salter que en un principio era uno de los grandes favoritos, gracias a su dilatada experiencia online, y a su condición de líder al arrancar la mesa final.
El italiano se hace así con un primer premio de 1.240.000€, mientras que el británico se conformaba con 765.000€, después de que ninguno de ellos consiguiera alcanzar ningún pacto, por mucho que se intentara en múltiples ocasiones.
Pero si os parece, repasemos un poco cuál fue la dinámica de esta última mesa final del EPT10.
Los ocho protagonistas y sus correspondientes stacks al comenzar las hostilidades eran los siguientes.
Jugador | Puntuación | Ciegas |
---|---|---|
1. Kenny Hicks (USA) | 1.875.000 | 37bb |
2. Jack Salter (UK) | 5.170.000 | 103bb |
3. Sebastian Bredthauer (ALE) | 755.000 | 15bb |
4. Mayu Roca (COL) | 4.625.000 | 92bb |
5. Magnus Karlsson (SUE) | 2.595.000 | 51bb |
6. Malte Moennig (ALE) | 1.150.000 | 23bb |
7. Antonio Buonanno (ITA) | 2.65.000 | 41bb |
8. Sebastian von Toperczer (ALE) | 1.240.000 | 24bb |
Nada más empezar a volar las cartas sobre el tapete, hubo una mano que pudo suponer un giro en la dinámica de la mesa final. Jack Salter pudo pagar cara su osadía a la hora de doblar a Buonanno nada más empezar, cuando ponía toda la presión sobre el italiano con Ac4c en un board 4h7cTh8c, justo cuando el transalpino había conectado su trucha de 88. Éste pagaba, y la mesa tomaba un rumbo inesperado.
Entonces se abrió la caja de Pandora de las eliminaciones. Las primeras llegaron a un ritmo que pocos podíamos imaginar. Como era de esperar, el primero en tomar el camino del rail fue Sebastian Bredthauer, el short-stack al iniciar el día de hoy.
Ante el enésimo open-raise de Salter, el alemán se restaba con Ah8h, esperando que el británico hubiera abierto “bananas”, pero no fue así. Salter le pagaba con su AcKd para poner punto y final al sueño de Bredthauer, que comenzó con solo un puñado de FPPs.
A raíz del double-up que consiguió el italiano nada más arrancar la mesa final, éste empezó a mostrarse más activo, abriendo y 3beteando muchos más botes de los que todo el mundo cabía esperar en un principio.
Tal vez esta situación desconcertó a Kenny Hicks, el siguiente en caer eliminado. Tras la 3bet del americano, Alberto Buonanno mandaba al centro de la mesa suficientes fichas como para poner a Hicks contra las cuerdas. Éste pagaba a priori muy contento con su AcKd para jugarse el típico flip por su supervivencia contra los TcTd de Buonanno. El board no ayudó lo más mínimo. Kenny Hicks caía eliminado en séptima posición, mientras Buonanno se colocaba de lleno en posiciones de cabeza.
Casi inmediatamente después, llegaba a la mesa la siguiente eliminación. De nuevo ésta llevaba iría a parar a Alemania, en la persona de Sebastian Von Toperczer, en una mano en la que aún ahora casi nadie logra entender.
La mano la abría una vez más Jack Salter, topándose con Malte Moennig, uno de los short-stacks del momento, que se restaba con unas 25 ciegas. Su compatriota veía un río revuelto, e intentaba pescar en él. Aspirando seguramente a enfrentarse a una situación de 50%, Von Toperczer repusheaba por detrás con 7h7c, pero pronto se percataría de las malas noticias. Moennig había ido all-in con ThTs y esa sería la mano que dejaría fuera a Sebastian Von Toperczer en sexta posición.
Por entonces llegaría lo que muchos han definido como “el leveleo” de la mesa final. En guerra de ciega pequeña contra ciega grande, Buonanno devolvía a la partida a un Jack Salter que no había comenzado como él esperaba.
Buonanno, tras limpear la ciega pequeña, se enfrascaba en una guerra de subidas y resubidas con Ad2c, que acabó cediendo amablemente 2 millones de puntos a Jack Salter cuando éste sacaba el triángulo y anunciaba all-in con KhKd.
Tras este nuevo encuentro entre el británico y el italiano, llegó la mano que antes comentábamos y que supuso un palo importante para los intereses de Mayu Roca, y que a su vez significó la eliminación de Magnus Karlsson.
El sueco, ya muy corto en fichas, ponía todo su resto con 33 en el centro de la mesa. Por detrás, Moenning hacía la misma operación, en su caso con 88. La mano llegaba a Mayu en la grande, y tras revisar sus cartas, se daba cuenta que le habían repartido 99. Su decisión no era nada sencilla, pero finalmente, decidió que ése era un buen spot para intentar cargarse a dos rivales de una tacada, y catapultarse hasta la zona noble de la clasificación. Con lo que no contaba es con que saldría un 8 en el flop que le negaba el bote, si bien es cierto que eliminaba a Magnus Karlsson en quinta posición.
Tras cruzar un poco de plástico con Jack Salter, se llegaba al descanso de la cena con un Mayu Roca que se tenía que manejar con apenas 30 ciegas en su mermado stack. Tras la reanudación, llegó su hora.
Pensando que Salter podía estar intentando presionar a sus rivales, Mayu mandaba todo su stack al centro de la mesa ante el 3bet del británico. Mal timming. Mayu no tardó en darse cuenta que sus 5d5c se encontraban en muy mala situación frente a las QhQc de su rival. No hubo milagro en las comunitarias. De esta forma Mayu Roca caía eliminado en cuarta posición, y nos quedábamos sin la alegría que una victoria latina hubiera dado a toda la afición.
Una vez con los ánimos más calmados, pudimos recuperar las impresiones de Mayu, poniendo el acento en esas decisiones tan complicadas que comentábamos con anterioridad.
Mientras realizábamos esta entrevista, la acción se precipitaba en el 3-handed. Hubo un conato de pacto que no llegó a cuajar. Buonanno pedía más dinero del que teóricamente le correspondía, primero en detrimento de Salter y después en el de Moennig. Alegando que éste último no daba su brazo a torcer, se rompió la baraja y se continuó jugando.
Como si de un capricho del destino se tratara, en la mano inmediatamente después de decidir jugar “for the glory”, Malte Moennig mandaba todas sus fichas al centro de la mesa con Ad5d ante el 3bet del italiano. Éste tenía documentación legítima para pagar, y lo hizo. Su AsKd iba muy por delante de la mano del teutón, y las comunitarias no cambiaron nada. Moennig caía en tercera posición, dejando servido de esta forma el heads-up entre Jack Salter y Alberto Buonanno, con ligera ventaja para el primero.
Aquí la acción, como cabía esperar, frenó en seco. Era un heads-up de muchísimas ciegas, casi 100 para cada uno al iniciar el cara a cara, y se tardó mucho en desequilibrar la balanza para uno u otro lado, incluso más de lo que todos cabíamos imaginar.
El HU se demoró (atención) durante diez horas, llegando Salter a tener hasta tres ocasiones en las que las fichas de ambos estuvieron en el centro del tapete, siempre con Buonanno en peligro, pero éste se resistía a caer, pese a siempre ir con manos dominadas.
Buonanno ganó Kc2c contra Ah9d, pero Salter recuperó el terreno perdido. Luego ganó con KdJh contra el AhJd del inglés, pero de nuevo ocurrió lo mismo. Salter volvió a poner la igualada cuando iba por detrás, e incluso llegó a adelantarle, antes de que se jugaran un flip que sí empezó a ser definitivo.
Buonanno con AhKc se restaba, y Salter pagaba con ThTd. Las comunitarias daban escalera a Buonanno, y Jack Salter se quedaba pendiente de la estocada final que llegaría varios minutos más tarde.
Cuando el reloj ya marcaba las 6:16h de la mañana, llegaba el remate final. Jack Salter se restaba antes de las comunitarias con Kd7d por unas 12 ciegas y Buonanno le pagaba con As4h. ¿Volvería a haber double-up y continuaría esta agonía? No, esta vez no fue así. El board trajo 9sJh2hQd3s, finalizando así uno de los más largos heads-ups que se recuerdan.
De esta forma, Antonio Buonanno se convierte en el sucesor de Steve O’Dwyer e imprime su nombre en el palmarés de este prestigioso torneo, además con una victoria que, cuanto menos, nadie podrá decir que no fue trabajada.
Los premios de la mesa final quedaron repartidos de la siguiente manera.
Jugador | Puntuación |
---|---|
1º. Antonio Buonanno | 1.240.000€ |
2º. Jake Salter | 765.000€ |
3º. Malte Moennig | 547.000€ |
4º. Mayu Roca | 419.000€ |
5º. Magnus Karlsson | 332.000€ |
6º. Sebastian Von Toperczer | 258.300€ |
7º. Kenny Hicks | 188.500€ |
8º. Sebastian Bredthauer | 128.800€ |
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