Doyle Brunson: “Puede que sean mis últimas WSOP”

Parece que Texas Dolly se nos va. El gran Doyle Brunson, de 78 años, puede que no vuelva a sentarse a las mesas del Rio Hotel & Casino para disputar las Series Mundiales.

Una especie de simbiosis, pues tanto las World Series han visto crecer a Doyle como jugador de poker que ya acumula diez brazaletes, como Doyle ha visto crecer a las World Series desde que había apenas una decena de personas hasta las multitudinarias citas con miles que se dan hoy en día en las mesas.

En unas declaraciones a los compañeros de PokerListings, Brunson comenta sus impresiones con un tono que, por desgracia, suena mucho a despedida.

Estas podrían ser mis últimas WSOP, son demasiado largas. Me gusta jugar siete u ocho horas e incluso puedo aguantar un poco más, pero estas jornadas son demasiado largas para mí.

Siempre supe que el poker sería mi profesión para toda la vida, pues lo único que importa es cuánto tiempo puedes mantener la agilidad mental y la resistencia física.

Quiero seguir jugando mientras siga ganando. Nadie me va a decir cuándo tengo que dejar de jugar. Cuando empiece a perder sabré que habrá llegado el momento de dejarlo, pero eso es algo que todavía no ha sucedido.

No me paro a pensar mucho en si dejo un legado o no, porque los legados no me parecen importantes. La vida es para los que quieren vivirla. Cuando alguien muere, todos deberíamos limitarnos a decir: “Hey, era un buen tipo. ¿Nos vamos de cena?”.

Tengo 40 años de recuerdos de las WSOP, pero este juego ahora pertenece a otra generación. Hay tantos chavales que no conozco, magníficos jugadores, pero los mejores jugadores que habrá durante los próximos veinte años serán Hellmuth, Ivey, Negreanu y Seidel.

Me fascina especialmente Phil Hellmuth porque en realidad no controla muchas variantes. Obviamente, Phil Ivey es el mejor jugador de todos los tiempos, pero Hellmuth ha demostrado que puede jugar a cualquier cosa y que se esfuerza tantísimo que es siempre es alguien a tener en cuenta.

Creo que nunca he subestimado a ningún jugador que se siente en la mesa. Tengo muchos errores, pero ese no es uno de ellos.