Calvin Ayre, acusado en el caso Bodog

La actuación del Departamento de Justicia contra el dominio Bodog.com ha traido aparejada una acusación criminal contra su fundador Calvin Ayre y los tres individuos más que le ayudaron a gestionar la empresa, James Philip, David Ferguson y Derrick Maloney.

Se les acusa de poner en marcha un negocio de juego ilegal de junio de 2005 a enero de 2012, por lo que pueden afrontar una condena de un máximo de cinco años de prisión; y de conspiración para el blanqueo de dinero, penado con hasta 20 años de condena.

La fiscalía de Maryland alega que el grupo conspiró para hacer llegar a sus clientes en el estado más de 100 millones de dólares correspondientes a ganancias derivadas del juego por medio de cheques y transferencias a través de procesadores de pagos basados en Estados Unidos.

Este proceso fue comprobado por agentes encubiertos que operaron bajo cuentas falsas en Bodog.com. La responsabilidad en la gestión de la empresa de los acusados se piensa demostrar mediante las confidencias realizadas por un antiguo empleado de la firma.

La página que lleva el nombre del antiguo responsable de Bodog.com, CalvinAyre.com, ha recogido las primeras declaraciones oficiales del acusado.

Veo esto como un abuso del sistema de justicia criminal de Estados Unidos para el beneficio comercial de grandes compañías estadounidenses. Está claro que la industria del juego online es legal bajo el marco jurídico internacional y en el caso de estos documentos también está claro que no se ha querido permitir que el peso de la ley se interponga en la carrera para intentar ganar la guerra de la opinión pública.

Estos papeles se han compartido con la revista Forbes antes que en ningún otro lado y han sido redactados con el objetivo de ser objeto de consumo en los medios. Mantendremos la vigilancia sobre el tema y discutiremos el futuro con nuestros asesores, pero no voy a abandonar mis muchos intereses económicos a nivel global que no tienen que ver con los EE.UU ni tampoco los numerosos proyectos caritativos gestionados a través de mis fundación.

En el mencionado artículo de Forbes, se identifica a varios de los procesadores de pagos que colaboraron con Bodog y se confirma que ninguno de los cuatro acusados está detenido, especulando sobre su paradero en Canadá, de donde son originarios. También se recogen las palabras del fiscal de Maryland encargado del caso, Rod Rosenstein.

Las apuestas deportivas en Maryland son ilegales y las leyes federales prohiben a los corredores de apuestas saltarse a la torera esta ley simplemente por estar localizadas fuera del país. Mucho del daño asociado al juego que subyace bajo la prohibición se multiplica cuando las empresas operan en Internet sin regulación alguna.

Por supuesto, Calvin Ayre ha anunciado que el único lugar donde hará declaraciones públicas y entrevistas será en su propio sitio web. Allí podremos seguir la noticia, al menos su particular visión de la misma, con todo detalle.