Borrador del reglamento de poker: el cash y los depósitos fuertemente limitados

El Ministerio de Economía publicó ayer el borrador de los reglamentos de la nueva Ley del juego; entre ellos el reglamento del poker. Este borrador se presenta en trámite de audiencia pública y los interesados tienen siete días hábiles para presentar las observaciones que los interesados estimen oportunas.

Después de la lectura del reglamento la conclusión evidente es que el regulador quiere atajar las supuestas conductas tendentes (en su opinión) a la ludopatía limitando fuertemente el cash y estableciendo unos los límites de depósito restrictivos.

Quizás el punto más importante es la limitación de las mesas de cash con un cap de 30 ciegas, pero en la redacción del Anexo III, sobre los límites económicos para la participación en el juego de póquer, en su apartado segundo introduce además un concepto que directamente estrangularía el cash.

El importe máximo diario de las apuestas que puede realizar un participante no será superior al setenta y cinco por ciento del saldo disponible en su cuenta de juego.

Queremos pensar que esto es un error de interpretación, de redacción o de concepto y que lo que en realidad quiere decir el regulador es que un jugador solo podrá “perder”, como máximo, el 75%  de su banca en un día.

Si hacemos una lectura estricta de lo que se explica en ese punto el cash sería algo casi injugable. Vamos a explicarlo con un ejemplo práctico.

Supongamos que un jugador deposita 100€ y decide jugar en mesas de NL10 (ciegas 0,05€/0,10€). El cap de 30 ciegas reduce su apuesta máxima por mano a 3€.

Según ese punto de reglamento, ese jugador solo podría “apostar” 75€ durante ese día, con lo que, por ejemplo, cuando hubiera realizado 25 all-ins, aunque nadie hubiera igualado sus apuestas, ya habría técnicamente apostado esos 75€ (25x3€) y tendría que dejar de jugar.

Esto es evidentemente absurdo y por ello creemos que es un error de concepto o de redacción del borrador. Suponemos que las salas de poker presentarán sus observaciones al regulador para aclarar y subsanar este punto.



También se introducen muy serias restricciones a los límites de depósito que quedan regulados de la siguiente forma en ese Anexo III:

• 600 euros, para el importe diario.
• 1500 euros, para el importe semanal.
• 2000 euros, para el importe mensual.

Con estas limitaciones el panorama de salida se presenta muy complicado para los jugadores regulares.

Imponer restricciones a todos los niveles, en los depósitos, a las mesas, al volumen de -queremos entender- pérdidas, etc, más que evitar la ludopatía pueden tener el efecto contrario del estrangulamiento del volumen de juego haciendo este poco atractivo para los participantes, redundando en poca facturación para los operadores y, por consiguiente, bajo volumen de ingresos por impuestos para el Estado. Así, todo el mundo pierde.

Respecto a las modalidades que se podrán desarrollar el regulador permitirá el Texas Hold'em, el Omaha y el Stud. La modalidad 5 Card Draw no se contempla.

El reglamento no recoge en ningún punto los límites máximos de las mesas o buy-ins máximos de torneos y Sit&Gos.

Como punto positivo encontramos el hecho de que el rake no parece que será regulado. En ningún momento se mencionan porcentajes mínimos, baremos o cualquier otra imposición en este sentido. Entendemos que el regulador liberaliza el concepto de rake y serán las salas, en libre competencia, las que determinarán qué comisión van a cobrar a los jugadores.

La libre competencia en el rake y la no imposición de cuotas mínimas -recordemos el caso de Francia donde la ley, en su inicio preveía hasta un rake preflop que se eliminó posteriormente- creemos que será un punto beneficioso para los usuarios y para el negocio en general.

Las salas le pondrán el precio a sus servicios que estimen oportuno, tributarán el 25% de su recaudación por las comisiones que cobran, y los jugadores elegirán la oferta que más les interese del las que existan en el mercado.

En definitiva, nuestra valoración sobre el borrador del reglamento del poker es que es manifiesta y necesariamente mejorable, sobre todo en los aspectos de las limitaciones que consideramos excesivas de todo punto.

Estas fuertes restricciones que se presentan -de no ser modificadas- le podrían muy difíciles las cosas a los jugadores regulares actuales, sobre todo a los de la modalidad de cash. Y ellos, los regulares son el verdadero motor del negocio, a falta de confirmar que la nueva regulación aporte una masa crítica de nuevos jugadores que demuestre la viabilidad de la nueva ley.

Con este decepcionante reglamento para los jugadores, si se aprueba realmente sin revisar sus términos, el sector del poker, tal y como lo conocemos hasta hoy -un sector que se ha desarrollado intensamente creando una importante actividad económica- será muy diferente.

Confiemos en que las observaciones que a buen seguro se presentarán sobre los puntos más problemáticos del borrador sirvan para que el regulador comprenda las particularidades de este juego.

En todo caso, la nueva Ley supondrá un antes y un después para el poker en España.

Confiamos en el suficiente potencial del poker para reinventarse, aunque no espere el regulador obtener de él réditos estimados en base a cómo ha sido el juego hasta este momento, porque eso, con este reglamento, sería sencillamente imposible.