Un año de regulación: por ahora solo gana el Gobierno

Hace justamente un año, el 5 de junio de 2012, el poker online y el mercado del juego en Internet vivían su día más importante en España desde que a comienzos de la pasada década surgiera un negocio que floreció en los márgenes de la ley.

Han pasado 365 días desde que los jugadores residentes en España ya no pueden competir en las mesas internacionales. Antes, muchos de los que han hecho del poker su profesión ya habían hecho las maletas. Durante estos doce meses, la diáspora ha continuado.

Pero, ¿cómo están las cosas a día de hoy? Echemos un vistazo a los distintos actores en el poker y veamos cómo está actualmente la situación para cada uno de ellos.

Los jugadores

La mayoría de los grandes jugadores, aquellos que suponen el motor de la industria, o habían emigrado con anterioridad a la entrada en funcionamiento del mercado regulado español o lo han ido haciendo en los últimos meses. Es también previsible que los nuevos jugadores que vayan destacando en las salas .es decidan en algún momento emprender el camino de la emigración.

Además de la cuestión crítica de la liquidez, que impide encontrar un volumen de mesas interesante a partir de determinado nivel, el asunto de la tributación de ganancias sitúa a España en una posición poco atractiva para los jugadores respecto a la mayoría de países, donde estas están exentas.

Veremos también cómo evoluciona el tema fiscal en los próximos tiempos, pero podría ser un factor determinante que probablemente podría dinamitar un mercado incipiente, ya en fase de estancamiento, si la presión que se ejerce sobre los jugadores desincentiva la actividad de forma dramática y les empuja a sortear las trabas que nuestro país les impone, un fenómeno que ya está sucediendo.

Según el último informe de la Dirección General de Ordenación del Juego, el promedio mensual de jugadores activos desciende paulatinamente desde el inicio del mercado regulado y este es un dato especialmente preocupante.

La fusión de mercado con Italia, apuntada por Enrique Alejo, el anterior director de la DGOJ, para finales de este 2013, se otea en el horizonte como un pequeño bálsamo para unos jugadores y una industria muy necesitada de ventanas para nuevas oportunidades.

Mientras tanto, tráfico escaso, concentrado en muy pocos operadores y bolsas de premios discretas en los torneos. Y la espada de Damocles de los impuestos sobrevolando la escena.

Los operadores

La regulación obliga a las salas de poker online a tributar un 25% de sus ingresos brutos en un entorno de liquidez cerrada, que se ha traducido en un volumen de juego notablemente inferior al anterior a la misma por el abandono del mercado de los jugadores que más tráfico generaban.

Este escenario hizo que muchas salas optarán directamente por no solicitar licencia para operar entendiendo que no había margen de negocio para ellas en esas condiciones.

Entre las que se quedaron, tenemos a PokerStars dominando el mercado abrumadoramente -como ocurre también a nivel internacional- y el resto intentando conseguir una cuota de mercado que les permita sobrevivir. Y con sobrevivir me refiero -haciendo elucubraciones, ya que me faltan datos- a perder cantidades de dinero asumibles por parte de sus matrices internacionales, o sus divisiones de juego tradicional, a la espera de tiempos y escenarios legales mejores para su negocio. 

Algunas de ellas ya han optado por echar el cierre antes de cumplirse el primer año y la gran mayoría de las 53 empresas de las que obtuvieron licencia de poker han decidido no lanzar sus salas.

La importante inversión en publicidad en medios de comunicación -especialmente en televisión-, una de las grandes novedades que nos traía la regulación y que en el lanzamientos fue muy notoria, se ha ido reduciendo paulatinamente.

El horizonte de un futuro mercado fusionado con Italia tendrá también importantes consecuencias para las salas de poker. Algunas tendrán ya listas desde el primer minuto sus nuevas plataformas compartidas, otras aterrizarán en un nuevo escenario que se prestará a interesantes fusiones y alianzas. Un nuevo tablero de juego que determinará quién se adapta mejor a la partida.

Como vimos en su momento, el rake no ha subido de forma especialmente relevante en el tránsito del .com al .es.

El Gobierno

Sin duda, si alguien tiene motivos para estar razonablemente satisfecho después de un año de mercado regulado, y dos desde la entrada en vigor de la ley del juego, es el Gobierno de España.

Más allá del bonito discurso sobre la protección de los menores, las personas con problemas con el juego y los consumidores en general, a nadie se le escapa que esta ley se hizo con un objetivo evidente: recaudar impuestos de una actividad comercial que los había esquivado hasta entonces.

Desde esta perspectiva, el negocio ha salido redondo. Han pasado de ingresar 0 a recaudar millones de euros por la actividad de juego. Sin ir más lejos, solo del poker y desde la entrada en funcionamiento de las salas .es hasta el mes de marzo de 2013, la Hacienda española ha ingresado 13,57 millones de euros en concepto de impuesto de juego; el 25% del total de rake recaudado (54,3 millones). Esperemos que al menos se estén usando en alguna del montón de cosas que hacen falta en este país.

El problema para ellos es que seguramente sus cálculos auguraban mayores ingresos. Además, cuando presupuesten para el año próximo, con las actuales condiciones de mercado seguro que las cifras se les vuelven a caer. Y pensarán que hay que hacer algo, como piensan los franceses y los italianos.

De nuevo, la liquidez compartida se presenta como una posible solución a la paulatina caída del mercado. Sin embargo, con el sillón dejado por Alejo aún vacío, y ocupado de forma interina por Carlos Hernández Riera, el hasta entonces subdirector, las incógnitas siguen sobre la mesa al respecto a la fusión de mercado con Italia, un asunto que parecía que era cuestión de meses.

Este es el aspecto que tiene el mercado del poker online en España un año después del día D y la hora H. La pelota para que las cosas tengan un aspecto algo mejor dentro de 365 días está en el tejado de la Dirección General de Ordenación del Juego. Que alguien suba a por ella.