Poker Stars Blogger Championship - El Torneo
Eran las 9 de la noche y andaba yo por Moncada, cenando y
disfrutando de la compañía de mi novia, al tiempo
que me perdía la primera parte del Real Madrid - Valencia.
Había quedado con mi novia, que me iría lo antes
posible para poder llegar a ver al menos la segunda parte en un bar
donde estaban mis amigos, pero un tremendo dolor de cabeza que me
persiguió durante toda la tarde me hizo reconsiderar mis
opciones. Sabía que a las 10 comenzaba el primer Poker
Stars Blogger Championship, un freeroll que organizaba Poker
Stars tan sólo para bloggers, así que
ya en el coche decidí que sería mejor
opción quedarme tranquilamente en casa terminando algunas
tareas pendientes en las webs, y de paso jugar el torneo.
No soy jugador de torneos
Y así fue. Llegué acabada la primera
parte, con el 1-2 en el marcador (grande Valencia), y con pocas
ilusiones puestas en el torneo la verdad. Para comprender mi escasa
motivación debéis saber que no soy jugador de
torneos, y menos de No Limit. Durante todo este tiempo jugando a
póquer no he encontrado el momento de centrarme en esta
variante del juego, pues el Limit me parece demasiado rentable como
para dejarlo de lado, y mi tiempo no es infinito.
Se pueden contar con los dedos de las manos los torneos que he
jugado en este año y medio, aunque eso sí, es en
las últimas semanas donde se concentran la mayor parte. Esto
es debido a que desde que comencé las clases, las 4 horas
diarias que le dedicaba a jugar cash games ahora se van en la
universidad, por lo que tan sólo puedo jugar
esporádicamente los fines de semana, y al verdad, pegarme 4
horas de Limit una tarde de domingo no me atrae demasiado,
así que suelo jugar un par de Sit&Go 10+1$ el fin de
semana, mientras de paso voy currando en las webs. Además de
todo esto, tan sólo había jugado un torneo
grande, de más de 1500 jugadores como
éste, y la verdad que me aburrió
muchísimo pues aquello fue demasiado lento. Resumiendo, no
soy un jugador de torneos, y no esperaba gran cosa de éste.
Comienza la acción
Pero todo comenzó. Abrí Poker
Stars, me senté al torneo, y mientras
leía sin parar noticias y blogs sobre póquer, iba
jugando el mismo. Éramos 1473 registrados, pero la verdad es
que una gran mayoría no hizo acto de presencia. Tras un par
de all ins de un par de locos, mi mesa pronto quedó con tan
sólo 3 jugadores activos y el resto sitting out. Mis dos
rivales habían ganado sendos all ins, por lo que iban
cargados de fichas, así que mi estrategia en esa primera
hora fue intentar atracar para llevarme las ciegas el máximo
posible, evitando cualquier enfrentamiento directo. La estrategia
funcionó a la perfección porque
además, mis oponentes no se adaptaron a mi juego, y me
dejaban robar una y otra vez. Tan sólo recuerdo una par de
situaciones en las que me subieron, a lo que yo rápidamente
abandonaba, para volver a empezar a robar en la siguiente mano.
Acabé esa primera parte del torneo con unos 10.000$
en fichas que era la media de fichas en ese momento. El torneo
comenzó de verdad cuando las ciegas fueron lo
suficientemente altas para comenzar a echar a los ausentes. Fue ya con
la mesa llena de jugadores 'vivos' cuando tuve mi primera
situación complicada. Tenía 26.000$ a tres
posiciones del botón, y un jugador agresivo había
subido 7000$ desde primera posición, quedándose
con 23.000$. Todos pasaron hacia mi, y yo hice all in con 88. Mi
objetivo era más robar el bote que enfrentarme contra
él, haciéndole ver que tendría que
jugarse su futuro en esta mano. Todos pasaron, y mi oponente tras
pensar mucho y comentar en el chat que no debía haber hecho
ese raise, hizo call y mostró AJ. Los astros del
póquer me respetaron, y acabé
llevándome esa mano, para colocarme chip leader en mi mesa y
no pasar problemas durante un buen rato.
La próxima jugada interesante se produjo cuando ya
me había metido entre los 100 primeros (ya tenía
asegurado un gorro y una camiseta...). Con 90.000$ en fichas, y QQ en
mano, un jugador desde posiciones medias con 50.000$ entró
al bote subiéndolo 15.000$. Nadie más
entró y yo subí a 30.000, echando al resto de la
mesa. El flop mostró x89, y mi oponente se jugó
un all in con sus 20.000 fichas restantes. No había
opción así que hice call, viendo agradecido como
mi oponente descubría su AT. Las cartas volvieron a
respetarme no enseñando un ás, y me
coloqué con 140.000$ en una confortable posición
pues la media de fichas era de 60.000$.
En ese momento busqué la clasificación y
vi que tan sólo quedaban 56 jugadores en pie, y si bien en
una anterior
entrada comenté que jugaba para ganar, no para quedar entre
los X primeros, he de reconocer que en ese preciso momento me
entró un ataque de conservadurismo republicano. La
diferencia de quedar entre el 36 y el 37, era la de llevarte un gorro y
una camiseta, a salir con un flamante Ipod Nano,
y debo decir que sucumbí a la tentación.
Así que eché el freno de manera brutal, y
limité mis entradas al bote a tan sólo mis
mejores manos, y sólo contra rivales que no pudieran hacerme
perder gran cantidad de fichas. Para que os hagáis una idea,
llegué a tirar una pareja de cincos desde el
botón para no enfrentarme con un jugador con 100.000$ en
fichas que había hecho un débil raise desde el
medio.
Mi opción conservadora dió resultado y
conseguí meterme entre los 36 primeros con lo que ya
tenía mi Ipod asegurado. Esto supuso una
liberación en todos los sentidos, pues el siguiente premio
posible era una Xbox
360 que me gustaba entre 0 y nada, de forma que pude jugar
mucho más agresivo volviendo a intentar atracar a la
mínima posible. El plan resultaba pues a mis oponentes
sí que parecía que les gustaba la Xbox, y
aprovechando su juego estricto, yo iba subiendo en fichas poco a poco.
De esa forma me puse con 180.000 fichas y se produjo el
siguiente enfrentamiento directo. Tenía AA cerca del
botón, y nadie había entrado al bote, por lo que
hice un pequeño raise para intentar atrapar a
algún jugador pero eliminando a las ciegas en lo posible. El
siguiente jugador, con 80.000$ me vió, y el flop trajo xxK.
Pasé, extendiendo mis redes, y mi oponente hizo lo mismo. El
turn a mi pesar trajo la peor carta posible, otra K,
poniéndome en una situación complicada. Si mi
oponente tenía la K iba a perder el bote, y 80.000$, pues
tenía claro que no iba a abandonar mi pareja de ases en un
heads up. La decisión interesante era si apostar o no. Si lo
hacía, mi oponente podía retirarse en caso de que
no tuviese la K, subir si la tenía, o subir de farol para
intentar echarme. Como por mi mente no pasaba tirar mis ases, no
quería darle la oportunidad de irse, por lo que le
cedí el turno. Mi oponente apostó un tercio de
sus fichas, a lo que vi sin dudarlo. El river no trajo ninguna carta
importante a la mesa, y nuevamente volví a ceder el turno a
mi rival. Mi rival, como suponía echó el resto a
la mesa, acepté el reto, y vi como destapaba su AJ. Tras esa
jugada me convertía en líder del torneo con
260.000$.
Poco después mi posición ventajosa como
lider me permitió algunos lujos como el de la siguiente
jugada. Estaba en el botón con T9 y 300.000$ en fichas. Me
llegó un bote subido débilmente desde primeras
posiciones, por lo que entrar era relativamente barato. Aprovechando la
situación entré, y dos jugadores más
hicieron lo propio desde las ciegas. El flop fue 78T, con dos
diamantes, sin duda un buen flop para mi. El jugador que
subió preflop apostó unos 20.000$ de los 90.000
que le quedaban. Yo subí a 40.000$ para eliminar a las
ciegas y quizás fabricarme una carta gratis. Las dos ciegas
me hicieron caso, pero el primer jugador movió todas sus
fichas al centro. Con la mejor pareja, un buen número de
outs, y sabiendo que aún perdiendo iba a mantener una
posición decente en el torneo, no tenía
más que hacer call para ver la mano de mi rival. El mismo
mostró un A9 de diamantes, es decir, nada en el momento,
pero la posibilidad de ligar un color. La suerte volvió a
estar de mi lado, no salió el tercer diamante, y
acabé la mano como chip leader absoluto con 410.000$.
Hacia la mesa final
Momento de volver a mirar la clasificación del
torneo. Quedábamos 14, y me encontraba en zona de Xbox...
vuelta al conservadurismo, pues el premio para los 6 primeros, un
monitor plano de 24" valorado en 1200$, ya era
muchísimo mejor que la costrosa Xbox (lo siento Microsoft).
Puesto que todo el mundo pensaba lo mismo que yo, me dediqué
a robar aquí y allá esperando a que el resto se
elimanaran entre ellos. Y todo fue sobre ruedas. Para cuando quedamos 6
jugadores, tenía unos 600.000$. Ya no era líder,
pero no importaba. Ya tenía mi tesoro, y el primer premio
que era una
entrada al WPT no me atraía demasiado, pues no
tenía muy claro que fuera a ir (ahora ya no lo tengo tan
claro).
Pero bueno, allí estaba, entre los 6 primeros de un
torneo de casi 1500 personas, más a gusto que un arbusto, y
con ninguna otra aspiración que quedar lo más
alto posible. Tenía la segunda posición en fichas
y seguí mi política conservadora con robos
ocasionales. Y resultó que con uno de estos robos,
conseguí ponerme chip leader en la mesa final con 1.500.000$
en fichas. Quedábamos 4 en la mesa, y robé A3s en
primera posición. Subí 3 veces la ciega grande, y
el siguiente jugador, un jugador de tendencias loose agresivas me
vió. El resto abandonó, y el flop trajo una
bonita combinación, 245. Con la mejor jugada cedí
la iniciativa a mi rival pues estaba seguro que apostaría
como así fue. Hizo una apuesta del tamaño del
bote, y yo vi tranquilamente. El turn no trajo nada de
interés, cedí nuevamente, y mi rival no me
defraudó. Hizo un all in, con 200.000$ más en
fichas que yo. Obviamente vi con placer enseñando mi
escalera, mientras mi rival revelaba su A4. Me colocaba chip leader con
diferencia en la mesa final. Eso si que no estaba planeado.
Eso me hizo volverme más agresivo e intentar
todavía algunos robos más con manos realmente
subóptimas. El oponente damnificado por el anterior
enfrentamiento se jugó algunos all in con éxito y
me devolvía continuamente mis intentos de robos con all ins
ante lo que me veía forzado a abandonar. De esa forma, con
él a 600.000$ en fichas, y yo 1.300.000$, lanzé
un nuevo robo pero éste con una mano un tanto mejor que las
anteriores, QJ. Mi rival volvió a hacer all in, y cansado ya
de su osadia, moví mis fichas al centro. Mi rival
tenía A5s, pero el flop trajo 37J, dejando a mi rival con
tan sólo 3 outs y muy cerca de la eliminación. No
pudo ser. El turn trajo al temido ás, y el river nada que me
ayudase. Pasé a ocupar la tercera plaza en fichas.
El resto es historia. Pasé a jugar
conservadoramente otra vez, con la única
intención de que entre los otros dos se destrozasen y de esa
forma alcanzar la segunda posición, pero ya por motivos de
orgullo más que otra cosa. Todo salió
según el plan, y me colé segundo en el torneo
pero con 4 veces menos fichas que el primero, por lo que estaba
bastante vendido, obligado a esperar una buena mano y
jugármela a doble o nada. Así hice cuando robe mi
primera mano potente, AQ, pero mi oponente ligó un 4 en el
flop y me mandó a casa.
Y bueno creo que no me dejo nada. De esa forma un novatillo en
esto de los torneos de poker casi gana una plaza para irse al Caribe a
jugar un evento del WPT a tomar el sol cual cangrejo. Sin
duda fue una gran experiencia en todos los sentidos, y un
grandísimo acierto de Poker
Stars, pues ha conseguido que en gran parte de los blogs de
la red se hable de este torneo. Sin duda estos chicos saben como llevar
gente a sus mesas.
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