Poker Black Friday: ¿crónica de una muerte anunciada?
El viernes 15 de abril de 2011 ha pasado ya a la historia de la industria del juego en Internet y, especialmente, a la del poker online con el apelativo de Poker Black Friday; el Viernes Negro del Poker.
PokerStars, Full Tilt Poker y Absolute Poker cerraban sus operaciones en Estados Unidos debido a los cargos presentados por el Juzgado del Distrito del Sur de Nueva York contra los principales responsables de las tres salas de poker por la vulneración de la UIGEA, la ley que prohíbe las apuestas online en el país, y delitos de fraude bancario y lavado de dinero.
Los que habéis llegado al poker después de 2006 quizás no conozcáis la génesis de toda esta historia y para vosotros la UIGEA no sean más que unas siglas indescifrables. Intentaré resumir, en la medida de lo posible, la sucesión de acontecimientos que han desembocado en el mayor tsumani registrado hasta la fecha en el poker online.
El 30 de septiembre de 2006, el Congreso de Estados Unidos, controlado en ese momento por el Partido Republicano, aprobaba la SAFE Port Act (Security and Accountability For Every Port Act) una ley sobre la seguridad en los puertos del país que, a última hora y en su título VIII, incluía la UIGEA (Unlawful Internet Gambling Enforcement Act) o Ley de Ilegalidad de las Apuestas en Internet. El 13 de octubre, el presidente George W. Bush ratificaba con su firma la ley, que entraba automáticamente en vigor prohibiendo a los ciudadanos la participación en juegos de apuestas a través de Internet.
En los últimos días, en España estamos a vueltas con la aprobación de la ley del juego que regulará de una vez por todas el sector, tras todo este tiempo navegando en la “alegalidad”. La diferencia respecto a Estados Unidos es que allí sí que había una ley al respecto y era, en principio, meridianamente clara. Más allá de lo justo o injusto de la misma (eso es harina de otro costal), los ciudadanos de Estados Unidos no podían jugar al poker en Internet con dinero real, so pena de incumplimiento de la UIGEA.
A los pocos días de la aprobación de la ley, PartyPoker cerraba el acceso a los jugadores de Estados Unidos. Hay que tener en cuenta para entender el calado de la decisión que, en ese momento, Party Poker era la sala número del mundo por volumen de jugadores.
Tras PartyGaming, fueron otras empresas como bwin o Cassava Entreprises (Pacific/888poker) las que decidían abandonar el mercado USA, mientras que PokerStars, Full Tilt Poker, Absolute Poker, UltimateBet o Bodog decidían no cerrar sus servicios a sus clientes de Estados Unidos interpretando que, según la ley, ellos no cometían ningún delito. Esta decisión provocó un “nuevo orden mundial” en el sector y aupó a PokerStars y Full Tilt al liderazgo internacional del poker online.
Desde entonces, el discurso de las compañías que en su momento abandonaron en mercado USA ha sido que PokerStars, Full Tilt y el resto de las que permanecieron ofreciendo sus servicios a los estadounidenses han estado ejerciendo una competencia desleal e incumpliendo la ley. Por lo que ahora sabemos, y por las noticias que, de cuando en cuando, surgían desde Estados Unidos al respecto, las autoridades del país lo tenían bastante claro; las salas estaban incumpliendo la ley y era cuestión de tiempo que algo así ocurriera.
Un caso tan extremadamente complejo requiere unas pruebas exhaustivas y la piedra filosofal del asunto parece tener nombre y apellidos: Daniel Tzvetkoff; el individuo presuntamente encargado de tejer el armazón fiscal y empresarial que permitió a estas salas operar con fondos de los estadounidenses, y que finalmente habría colaborado con las autoridades, denunciando a sus antiguos clientes, para evitar o reducir su pena.
¿Y ahora qué?
Aventurarse con hipótesis sobre qué es lo que va a ocurrir ahora con estas salas, con los depósitos de los jugadores de Estados Unidos o con el mercado, tanto en ese país como en el resto del mundo, resulta un ejercicio de futurología absolutamente impredecible.
En principio, los depósitos de los jugadores no-USA a corto plazo deberían estar garantizados, ya que los problemas legales de estas empresas se circunscriben a Estados Unidos, pero el futuro financiero de las empresas dependerá en gran medida de su exposición a ese mercado (mucho mayor la de Full Tilt que la de PokerStars y enorme en el caso de Absolute Poker), de las posibles multas que tuvieran que afrontar tras la resolución del caso y de la posibilidad de que este episodio les impida conseguir una licencia en un futuro mercado regulado.
Aún así, el riesgo de que una avalancha de cash-outs ante el pánico general podría poner en más problemas a las salas aunque, por el momento y según los casos que encontramos con usuarios de Poker-Red que comentan en la noticia de portada y el foro, los retiros de dinero para los no-estadounidenses se siguen procesando. Por lo tanto, llamada a la calma y recordatorio del primer consejo en materia de gestión económica; “no pongas todos los huevos en la misma cesta”.
Lo que resulta evidente es que los jugadores USA no va a poder jugar al poker online en los próximos tiempos y esto sí que supone un importante acontecimiento que tendrá consecuencias importantes en todo el sector y en su futuro a medio y largo plazo.
Por lo demás, solo nos queda esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos en las próximas fechas, pero como diría Bob Dylan, y haciendo un balance general de lo que está ocurriendo en las últimas fechas parece que los tiempos están cambiando.
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